21 maneras de prosperar a los 45Muestra

Reúnete

Nuestro amor por el Evangelio nos invita a amar y compartir la vida. Así, descubrimos que prosperamos en comunidad, sin importar edad o nivel. La iglesia primitiva compartía todo: historias, comidas y honestidad mientras buscaban la vida en Cristo. Como la iglesia primitiva, reunámonos en la victoria y en la desesperación. Compartiendo nuestros triunfos y pruebas.

Invitemos a la honestidad, la humildad y la autenticidad. Hagamos lugar en la mesa para todos como iguales. Nadie vale más o menos. Sentémonos juntos independientemente de la posición social. No hablemos mal de otros. Que el amor destile de nuestros labios, que el discurso amable sea evidente.

Invitemos a entrar en nuestras luchas y heridas a quienes confiamos. Cuando nos reunimos, encontramos el corazón del otro, no una sofisticada actualización de estado de Facebook, sino un corazón honesto y abierto. Cuando nos reunimos está desordenado, imperfecto y practicamos el perdón. Podemos molestarnos u ofendernos, pero no nos vayamos así, perdonémonos unos a otros. No es nuestro ritual. Siempre que sea posible, busquemos la reconciliación.

Reunámonos con aquellos diferentes a nosotros y seamos testigos de la imagen de Cristo en cada alma. ¿Están todos los cabellos en su sitio? Grandioso. ¿Están desaliñados y desgastados? Está bien. Ambos están invitados a la mesa. Cuando escuchamos, hacemos preguntas y permanecemos en el amor y la verdad de Jesús, seamos testigos de cómo Cristo se mueve en y a través de nosotros.

Reunirse con otros no es ciencia del otro mundo. Ya sea hot dogs a la parrilla o suntuosas comidas de tres platos con horas de preparación, ambas invitan a la comunidad. A menudo esperamos que nos inviten en lugar de invitar. Nos ponemos celosos cuando se reúnen para hacer fiestas, cuando podríamos hacer lo mismo.

La hospitalidad no está reservada para unos pocos que se acuerdan de pasar la aspiradora, sino para todos nosotros. No importa si se trata de corndogs o pato horneado, llenemos nuestro apartamento, condominio, casa, o cabaña con los que amamos y con los que necesitan amor. Cuando nos reunamos como la iglesia primitiva, nuestro amor será conocido, saboreado y compartido mientras muchos encuentran su lugar en la mesa.