Cómo superar la pornografíaMuestra

Identifica cómo y por qué luchas

Quizá estés leyendo esto porque luchas contra la pornografía o la masturbación. Tal vez, te encuentres volviendo a ello una y otra vez, a pesar de tus mejores esfuerzos por dejarlo. Comprende que tu consumo de pornografía no es aleatorio. No es simplemente el resultado de la lujuria o del deseo pecaminoso. Hay una razón por la que miras pornografía y debes descubrir esa razón, si quieres experimentar la libertad.

Dios crea a cada ser humano con deseos, o anhelos del corazón que impulsan todo lo que hacemos. La Biblia enumera siete, entre ellos nuestra necesidad de ser aceptados y apreciados, la garantía de seguridad y la afirmación de nuestros sentimientos. Todas nuestras acciones, pensamientos, creencias y elecciones son formas de intentar satisfacer nuestros deseos. Cuando no podemos encontrar formas sanas de satisfacer nuestros deseos, recurrimos a comportamientos insanos.

Tengo experiencia personal en esto. Al crecer, me enfrenté a un profundo dolor, confusión y trauma. Viví con bullying en la escuela, la ira de mi padre, la depresión y una profunda sensación de que no pertenecía en ningún sitio. Incluso pensé en el suicidio. A una edad temprana, me volví adicto a la pornografía y seguí luchando contra ella durante años, a pesar de mis esfuerzos por dejarla. Mi adicción finalmente empezó a desaparecer cuando empecé a explorar las razones más profundas por las que acudía a la pornografía y cómo experimentar lo que realmente anhelaba. Solo entonces, Dios empezó a sanarme de verdad; hoy llevo más de 9 años libre de la pornografía y la masturbación.

Descubrí que veía pornografía para encontrar una pseudoaceptación y amor cuando me sentía rechazado e inadecuado. Cuando me sentía no deseado y no amado, el porno estaba ahí. Me sentía deseado y perseguido por las personas de la pantalla. Consumía pornografía para tener una sensación de seguridad cuando todo lo demás se sentía inseguro en mi vida. Tal vez, luches contra la pornografía por alguna de estas razones. Dios nos invita a empezar a desprendernos de nuestro uso de la pornografía a medida que aprendemos lo que anhelamos en ella y experimentamos la plenitud a través de Él y de los demás. Empieza por cuestionar tu uso de la pornografía en lugar de simplemente condenarla. ¿Qué te lleva a mirar porno? ¿Qué anhelas o deseas en ella?

Además, para crecer, necesitamos avanzar hacia relaciones sanas tanto con Dios como con las personas. Necesitamos ser sinceros con nosotros mismos, con Dios y con las personas confiables sobre nuestros miedos, luchas, esperanzas y sueños. Necesitamos el apoyo diario de Dios y de los demás. Pasa tiempo con Dios cada día, permitiendo que te hable a través de Su Palabra y siendo consciente de Su presencia a lo largo de cada día. Permite que Él satisfaga los anhelos de tu corazón. Acércate a los demás cada día y procesa lo bueno y lo malo.

Dios, ayúdame a comprender qué es lo que busco. Ayúdame a ser honesto conmigo mismo y contigo. Dame fe para confiar en que Tú puedes ayudarme.