Servir a DiosMuestra
Desnuda tu corazón
Cuando servimos a Dios debemos tener un punto claro y es que nos vamos a equivocar. Es muy común que al tener un rol de liderazgo o servicio en la iglesia se empiece a generar un peso por mostrar perfección a los demás.
Esto es bastante peligroso y puede afectar nuestra vida espiritual y personal.
Es por esto por lo que debemos aprender a ser vulnerables delante de Dios y tener conversaciones sinceras con Él. De nada sirve aparentar perfección cuando Dios sabe que fallamos constantemente. Entiendo que muchas veces puede ser un golpe a nuestro orgullo el reconocer una debilidad o alguna falta cometida, sin embargo, al hacerlo demostramos dependencia de Dios y no de nosotros mismos.
Recordemos al rey David, un hombre que no solo tenía una relación hermosa con Dios sino que había demostrado dependencia de Dios en sus diferentes etapas de la vida. David era el rey de Israel, tenía una responsabilidad de llevar una manera correcta de vivir y agradar a Dios, los ojos del pueblo estaban puestos sobre él. Sin embargo como cualquier humano cometió errores, uno de ellos el pecado con Betsabé y todo lo que implico el mismo (2 Samuel 11).
Puedo imaginar a David pensando en lo que había hecho y quizás su reacción inicial fue: "nadie puede saberlo, ¿qué va a pensar la gente de mí?”. Esto lo llevó a buscar maneras de ocultarlo, lo que terminaría en la muerte de Urías el esposo de Betsabé.
Puede que David haya buscado la manera de ocultar su pecado para no ser señalado por el pueblo, quizás para no manchar su reputación. Para continuar mostrando una imagen de líder intachable hacia el pueblo o de ser un gran hombre con una hermosa relación con Dios que escribía salmos maravillosos. Puede que David pensó primero en lo que la gente podía pensar de él antes de lo que Dios pensaba, y es que cuando buscamos aparentar algo solemos cometer errores atroces para continuar mostrando un personaje perfecto.
Sin embargo ¿de qué sirve buscar la manera de ocultar nuestros errores si Dios los ha visto?
Recuerda: ¡Te vas a equivocar!
A pesar de los errores cometidos por David, tiempo después reconoce delante de Dios lo que ha hecho y escribe uno de los Salmos más sinceros y es el Salmo 51.
En el versículo 6 dice:
"He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría".
En este salmo no solo reconoce su maldad y pecado sino que desnuda por completo su corazón. Comprende que de nada sirve mostrar firmeza y perfección a los ojos humanos, sino que es más importante un corazón sincero delante de Dios.
David nos muestra un liderazgo que depende completamente de Dios y no de nosotros mismos. Que puede que cometamos muchos errores o pasemos muchas pruebas, sin embargo sabemos que tenemos un Padre amoroso y misericordioso al cual podemos contarle como nos sentimos y qué estamos pasando. David comprendió que se había equivocado y estuvo dispuesto a humillarse delante de Dios y asumir las consecuencias. Esto lo vemos reflejado una y otra vez en sus salmos donde no tenía problema en decirle a Dios lo que sentía en su corazón.
Puede que estés luchando con algún pecado o que alguna situación te esté agobiando, pero quiero que sepas que de nada sirve seguir ocultándola por orgullo o temor, mucho menos para no afectar tu “posición”. No quiero decir que lo debas hacer público, pero sí tener una conversación sincera con Dios, hacerte vulnerable delante del único que puede juzgarte, pero que sin embargo decide amarte. Aprende a desnudar tu corazón por completo y no ocultarle nada a Dios, ya que a Dios le agrada la verdad en lo íntimo y es ahí donde puede trabajar en nosotros.
No sigas luchando por aparentar una imagen de líder que no falla, por el contrario aprende a ser sincero cuando las cosas no están bien, esto más allá de reflejar debilidad demuestra dependencia en Dios y fortaleza espiritual.
Recuerda lo que escribe Pablo en 2 Corintios 12:9
"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo".
Acerca de este Plan
En definitiva servir a Dios es un privilegio, somos llamados a hacerlo. Sin embargo esta labor no siempre es sencilla; muchas veces las dudas, inseguridades o problemas nos limitan para dar lo mejor de nosotros. En este plan encontrarás una serie de enseñanzas relacionadas con el servicio y el liderazgo, que te ayudarán a fortalecerte y continuar en la obra del Señor.
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Nos gustaría agradecer a Marco Masís Alpízar por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/marcomasis_/