Servir a DiosMuestra

Dependencia en Dios

Una de las cosas que más nos cuesta en nuestro caminar cristiano es aprender a depender totalmente de Dios. Ya que esto quiere decir que no somos nosotros quienes tenemos el control sino el Señor.

Recuerdo una vez que hice "Tarzan swing", mientras me alistaba para dar el salto me sostenía con una mano en la cuerda y con la otra en la plataforma, sin embargo llegó el momento en que el instructor me dio la indicación de colocar ambas manos en la cuerda, esto me dejaba totalmente fuera de control, sostenido únicamente de la espalda por el instructor. Recuerdo que tenía bastante miedo y lo único que hice fue mentalizarme en que todo iba a salir bien, literalmente confié de manera plena en el instructor. Por supuesto pasaron por mi mente muchas ideas como: ¿y si la cuerda se rompe?, ¿y si el instructor no me coloca bien el arnés?, ¿y si algo sale mal? Pero poco a poco fui bloqueando esas ideas con plena confianza en que era seguro y que el instructor sabía lo que hacía.

Cuando ya todo estaba listo le dije al instructor: "me cuentas hasta tres antes de soltarme" (yo quería seguir teniendo el control de la situación) realmente esa cuenta nunca existió, solo me soltó. Al final me explicó que lo deben hacer así, si no las personas nunca dan el salto por temor.

Este ejemplo muestra la forma en la que muchas veces vivimos. Queremos tener el control de todo, buscamos la manera de sentirnos seguros, cuando Dios nos pide hacer algo arriesgado o nos lleva a servirle en un área diferente a la acostumbrada llegan las dudas y preguntas, aun sabiendo que con Dios estamos seguros. Y cuando debemos dar el paso de fe, el miedo nos gana.

Depender de Dios es poner la mirada solo en Cristo aun cuando haya adversidades y no tengamos el control de la situación, nuestra confianza en Él sigue intacta. Es saber que Dios nos sostiene y estamos bajo Su cuidado y autoridad.

Un claro ejemplo lo encontramos en Mateo 14:29:

"—Ven —dijo Jesús.

Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús."

" Ven " le dijo Jesús, esta vez no era un llamado como cuando lo invitó a seguirle, esta vez era una invitación a dar un paso de fe y caminar sobre el agua, es decir a vivir una experiencia sobrenatural que estaba cimentada en una plena y total dependencia en Jesús. Recordemos que los discípulos tenían dudas si era un fantasma, así que sería normal que hubiera temor en Pedro.

Sin embargo Pedro respondió a ese llamado, tomó la decisión de confiar en Cristo aun cuando él no tuviera control absoluto de la situación y sin saber que pasaría. Pedro comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Esta imagen me hace pensar en un niño que está aprendiendo a caminar y va dando pequeños pasos tambaleantes hacia los brazos de sus padres. Sabemos que Pedro tuvo miedo y se hundió, esto sucedió cuando quitó la mirada de Cristo y la puso en el entorno.

Pero el punto principal aquí es la confianza en Cristo, quizás no entendamos todo o parezca absurdo, pero cuando escuchamos la voz de Dios que nos dice "Ven" podemos tener plena seguridad que todo estará bien, que aunque el viento sople fuerte Dios no dejará que nos hundamos.

¿En qué áreas Dios te está llamando a servirle pero sientes temor a dar el paso?

Si Pedro no hubiera dado el paso, nunca hubiera caminado sobre el agua. Hay cosas que Dios tiene para nosotros que solo las vamos a ver saliendo de nuestra barca y caminando hacia donde Jesús nos llama, y con una dependencia plena en Él.

En el servicio a Dios y en la vida en general tendremos muchos momentos que no podremos controlar, donde no nos quedará otra que descansar en la voluntad de Dios, sabiendo que Él nos sostendrá y que tiene todo el control. Llegarán momentos en que nuestros talentos o habilidades no nos sirvan de nada para una situación específica y solo debamos depender de Dios que es quien tiene el control de nuestras vidas.

Confía en Jesús y sigue dando pasos en dirección hacia Él.