Más allá del desastre: Encuentra una nueva fortaleza y esperanza en la BibliaMuestra
¿Por qué me siento así?
Si has pasado por una experiencia traumática, puedes sentir que te derribaron emocional y espiritualmente. Esto es normal.
Puedes relacionarte con el salmista cuando escribió:
Mis
lágrimas son mi pan de día y de noche;
mientras me echan en cara a todas horas:
"¿Dónde está tu Dios?" (Salmo 42:3 NVI).
Cuando las cosas van mal, puedes buscar a alguien a quien culpar tú mismo o a otra persona. Esta es una forma de dar sentido a lo que sucedió, pero no es útil. Aceptar lo que sucedió te ayudará a sanar.
Puedes sentirte culpable de haber sobrevivido al desastre mientras que otros no, o de haber sufrido menos que otros. Esta es una respuesta común.
Puedes sentirte avergonzado por la forma en que estás reaccionando ante el desastre. También sentirte avergonzado de tener que aceptar la ayuda de otros para necesidades básicas como ropa, comida y agua. Esto sucede a menudo cuando estás acostumbrado a cuidar de tus propias necesidades o si generalmente eras tú quien ayudaba a los demás. Recuerda que no es tu culpa que estés en esta situación. Es probable que otros no piensen menos de ti por tener dificultades. Dios no se avergüenza de ti. Permitir que otros te ayuden puede fortalecer tus relaciones e incluso ayudarte a crear otras nuevas. Comienza a confiar en Dios más que antes.
Reflexión
- ¿Cómo ha cambiado tu vida el desastre?
- Al examinar tu vida y circunstancias, ¿dónde ves a Dios? ¿Sientes a Dios cerca o lejos?
Escrituras
Acerca de este Plan
Los desastres pueden poner tu vida patas arriba, pero ayudan a reconocer nuestras reacciones espirituales, emocionales y físicas. Este Plan te señala la sabiduría probada por el tiempo según la Biblia. Sugiere habilidades y recursos para superar temporadas difíciles y avanzar hacia el futuro con esperanza.
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