Respaldados Por DiosMuestra

Siguiente promesa de Dt. 31:8. Él estará siempre con nosotros. ¡Wow! de verdad, no hay forma de volver a sentirnos solos si creemos en esto. No importa si el mundo entero nos deja o nos olvida, Jesús jamas lo hará. Somos Su especial tesoro, fuimos comprados con la sangre hermosa del Cordero y nada puede tener un precio más alto en todo el universo. Es ahí, cuando comprendemos que no nos ha comprado para dejarnos en el olvido, para dejarnos arrinconados en Su reino, o simplemente para no serle útil al Padre.

La desesperanza o toda lucha que termina sin tener sentido se desvanece cuando vivimos en esta maravillosa promesa: Él estará contigo en todo momento. Y, esto no significa que solo estará cuando Él tenga tiempo para escucharme, para atender mis suplicas o cuando necesito ser fortalecido por Él, ¡no! Literalmente estará con nosotros siempre.
Estoy muy seguro que cuando escuchamos esta promesa en nuestro lugar de reunión, siempre se escucha un "Amén" de uno o muchos de los congregantes, es una promesa que nos infunde gozo, ¿correcto? ¡Si!

Ahora, analicemos bien; Si Él lo dijo, lo cumplirá, así que inequívocamente Él está con nosotros 24/7/365; es decir, justo como en este momento; ¡pero también cuando pecamos! No podemos solo tomar la promesa de que está con nosotros solo cuando estamos "bien con Él", ¡no! Jamás nos dejará y estará con nosotros también cuando miramos mal a una mujer o un hombre, cuando mentimos, cuando nos sentamos frente a la computadora a ver impurezas, etc. ¿Te das cuenta? La bendición y promesa se vuelve invariablemente en la más grande de las responsabilidades y es un compromiso tremendo el no hacer convivir a Jesús con nuestro pecado, pues Él está con nosotros en todo momento. Si, Dios siempre nos respaldará, pero es nuestra responsabilidad luchar por mantenernos en santidad.