La gloria de Dios en el cielo.Muestra
¡Sí!
Por el Rev. Joel Gaertner
Existe la errónea noción de que si sigues a Cristo estarás libre de problemas y dificultades. Nada podría estar más equivocado. En realidad Jesús mismo nos dijo que ciertamente sufriríamos si confesábamos su nombre y defendíamos su verdad: “Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes". (Mateo 5:11-12)
Esto va en contra de lo que piensa nuestra naturaleza. Analiza la frase "pelea o huye". Esta frase nos recuerda nuestra inclinación natural a resisistirnos contra algo o a huir del problema. ¿Alguna vez viste a alguien saltando de alegría por sus problemas o dificultades? Eso seria absurdo.
Cuando Pedro dice que debemos "alegrarnos" de tener “parte en los sufrimientos de Cristo,” no significa que debemos estar exuberantes de gozo; significa que debemos estar agradecidos. Pedro nos anima a estar agradecidos cuando sufrimos como cristianos porque es cuando nos unimos a Cristo en su sufrimiento.
La razón para estar "agradecidos" o "alegres" cuando sufrimos por Cristo es porque sabemos que esto significa que también participaremos en la gloria de Cristo, la gloria del cielo.
Dios guió al apóstol Pablo a describirlo claramente cuando escribió: “Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que cualquier sufrimiento.” (2 Corintios 4:17) A pesar de que al momento nuestros problemas y persecuciónes por ser cristianos no parecen ser leves o temporales, lo son cuando los comparas con el gozo eterno del que vamos a disfrutar un día en la presencia de Dios en el cielo.
Oración: Padre celestial, hay ocasiones en que mi fe cristiana es desafiada y me siento tentado a huir para evitar problemas o dificultades que podrían complicarme. Perdóname por fracasar al defender mi fe y no tener convicción para confesar a Jesús como mi Salvador. Fortaléceme para aceptar que un día esos problemas tendrán una gran recompensa en la gloria del cielo. Mantenme expectante hacia esa bendición eterna al confiar en Ti. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Como cristianos, crecemos oyendo historias acerca de Jesús quien terminó muriendo en nuestro lugar y se levantó de la muerte para garantizar nuestra resurrección al cielo. Tenemos la sabiduría y el conocimiento para comprender que el cielo es nuestro hogar y que allí veremos la gloria de Dios. Esta serie devocional de 10 días se enfoca en nuestro eterno y perfecto hogar en el cielo.
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