Rodeados, pero no derrotadosMuestra

Una oportunidad de Dios.

¿Alguna vez te has sentido rodeado? Cuando la vida toma un rumbo no tan agradable es normal sentirse así, te sientes triste todo el tiempo, el estrés y la ansiedad comienzan a tener más peso en tu vida y sientes que nada sale como quieres. Es en esos momentos cuando debemos ser fuertes y ver el mundo que nos rodea con ojos de fe.

Tenemos un Dios Misericordioso, Él nunca va a enviar una situación que no puedas manejar. Recuerda que todo lo que no viene de Dios es permitido por Dios. Pero entonces, ¿si Dios es misericordioso por qué tengo que atravesar días malos? Jesús nunca prometió una vida sin problemas, todo lo contrario, en Juan 16:33 nos advierte que la vida en la tierra tendrá “pruebas y tristezas”. Así que, debemos estar conscientes de que tus “malos días” no son un castigo de Dios, sino que son parte de la misma naturaleza de la vida en la tierra. No todo es malo, estas pruebas del mundo tienen un propósito, fortalecer nuestra relación con Dios.

Los malos días no son tiempo perdido, en Santiago 1:2-3 podemos leer que los tiempos de dificultad son tiempos para alegrarnos, pues es en medio de esos tiempos que podemos desarrollar nuestra fe y constanci. Tan solo piénsalo un momento, los grandes milagros ocurren durante días no tan buenos:

• Moisés abrió el Mar Rojo por la mitad cuando Israel huía de Egipto.
• Dios hizo llover maná del cielo cuando el pueblo de Israel tuvo hambre.
• Agua brotó de una roca cuando el pueblo de Israel tuvo sed.
• David venció a Goliat cuando este se encontraba humillando al pueblo de Israel.
• Ana quedó embarazada luego de pasar por una profunda depresión.
• Jesús resucitó después de haber tenido una muerte humillante y cruel.
• Yo comencé a desarrollar este devocional en medio de una depresión de la que yo creía no podría salir sin medicación.

Mi pregunta ahora es: ¿Cuál es tu milagro? ¿Aún no lo ves? Recuerda que Dios nunca deja a nadie atrás, pronto tendrás tu propio testimonio. En caso de que ya hayas experimentado un milagro así y dudas de si Dios puede hacerlo otra vez, recuerda que Dios no es Dios de una vez, es Dios de una vez y otra vez y las veces que sean necesarias hasta que seamos perfectos y estemos completos en Jesús (Santiago 1:3).

Los malos días son una oportunidad para experimentar el poder de Dios en nuestras vidas. Pero entonces, ¿qué hago para sacar lo mejor de los tiempos oscuros? En los próximos días estaremos revisando 3 cosas que a mí me han ayudado a atravesar los malos días.

Mientras tanto, acompáñame a orar: Dios, te doy gracias porque aún mis malos días tienen propósito cuando estoy Contigo. Gracias porque eres Dios de una vez y otra vez, te pido abras mi corazón para ver esta temporada de mi vida con fe. Permite que pueda desarrollar constancia y a su debido tiempo convertir esta situación en un testimonio de Tu gran amor. Te lo pido en el nombre de Tu Hijo Jesús, amén.