Ven, Señor Jesús VenMuestra

Cumpliendo el ministerio que Dios nos encomendó

Lectura: 2 Timoteo 4:1–8

DEVOCIONAL: 2 Timoteo 4:5

Pero tú sé comedido en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

En el Texto

¿Sabes que Dios tiene una misión para tu vida? Sabemos que llegará el día en que todas daremos cuenta de nuestra vida. Pablo comparte que ha peleado la buena batalla, ha terminado la carrera que Dios le dio y, a través de todo, los altibajos, las pruebas y la persecución, ha mantenido la fe. Pablo sabía que Jesús, el Juez justo, un día le daría la corona de justicia, una recompensa por vivir bien su vida. Esta recompensa no se limita a Pablo, sino que es para todas las que soportamos penalidades, hacemos la obra de evangelista y cumplimos el ministerio que Cristo nos ha designado.

Hay una recompensa gloriosa al final de nuestra carrera en la vida, dulce amiga. Sé que la carrera puede ser difícil a veces. La gente no quiere escuchar la verdad de Dios que corrige, reprende y alienta. Si eres como yo, puede que a veces te sientas tentada a renunciar. Pero quiero animarte a ser como Pablo y soportar los tiempos difíciles, las dificultades y las luchas. Elije continuar. No te rindas. Da todo de ti para hacer las tareas que Dios te ha asignado en esta vida. Nunca olvides que esta vida es el campo de entrenamiento para una vida mayor por venir. Lo que haces aquí importa para la eternidad.

Oración

Querido Señor, ayúdame a permanecer fiel en la carrera de la vida en la que me has puesto. Quiero que mi vida, mi carrera, te lleve gloria. Ayúdame a soportar cuando tenga ganas de rendirme. Ayúdame a pelear la buena batalla y permanecer en ella hasta el final. Gracias por la promesa de que siempre estarás conmigo. Hasta el día en que esté a Tus hermosos pies, te ruego, ven, Señor Jesús, ven. Amén.