Ven, Señor Jesús VenMuestra

Velad

Lectura: Marcos 13:32–37

DEVOCIONAL: Marcos 13:37

“Y lo que os digo a vosotros se lo digo a todos: Velad".

En el Texto

Puede ser desconcertante y preocupante que no sepamos el día ni la hora en que Cristo regresará. También sé que los eventos relacionados con el fin de los tiempos pueden ser difíciles de entender. Para empeorar las cosas, ha habido mucho debate entre los estudiosos de la Biblia en torno a estos temas y, a menudo, han adoptado interpretaciones muy diferentes.

Si bien es bueno estudiar acerca de los eventos futuros, escuchar diferentes interpretaciones y llegar a la conclusión que encontramos más plausible, debemos dejar humildemente en Dios los asuntos que no entendemos. No tenemos todas las respuestas.

Lo que sí sabemos es que Dios tiene un plan y está dirigiendo todo lo que sucede hacia un futuro glorioso. Cada una de Sus palabras se cumplirá. Él tiene el control total de lo bueno y lo malo.

Además, Dios nos ha dado toda la información que necesitamos para vivir una vida que Lo honre. Entonces, esforcémonos por vivir en obediencia a Sus mandamientos, que son claros. Una de Sus instrucciones es que estemos atentas, velando con ansias en la espera del día de Su regreso.

Para hacer esto, nos involucramos en la tarea que Dios nos ha dado de alcanzar al mundo y a nuestro prójimo con el Evangelio. Al mismo tiempo, no acumulamos nuestros tesoros aquí en la tierra porque sabemos que este mundo no durará. Nuestros días son preciosos y el tiempo es corto, así que dirigimos nuestros ojos hacia el cielo mientras nuestras manos están ocupadas. Compartimos a Cristo y la razón de nuestra esperanza con aquellos en nuestras vidas. Nos mantenemos firmes en la Palabra de Dios aun en medio de las persecuciones. Recordamos que no importa cuán oscuro se vuelva nuestro mundo, Jesús prometió que estará con nosotras hasta el fin (Mateo 28:20).

Oración

Querido Señor, ayúdame a velar y permanecer ocupada en Tu obra mientras espero Tu regreso prometido. Ayúdame a dar mucho fruto en mi vida para Tu gloria. Abre puertas de oportunidad para compartir la esperanza que tengo en Ti con el mundo que me rodea, como nunca antes. Hasta ese momento, ven, Señor Jesús, ven. Amén.