Sanando lo que está ocultoMuestra
Fortaleza en la debilidad
Dependiendo del contexto de tu experiencia dolorosa, tu instinto puede ser rechazar a aquellos que te ofrecen ayuda. Pero tú no puedes ganar la guerra contra el trauma por ti mismo. El enemigo es muy fuerte y muy astuto. La única esperanza que tienes es dejar que la humildad te dirija hacia la sanidad. Parece contrario a la razón, pero la fortaleza se encuentra en reconocer nuestra debilidad.
Pablo, uno de los primeros líderes cristianos, lo sabía muy bien. Él experimentó toda clase de carencias y traumas. Este apóstol fue golpeado, apedreado, y sufrió un naufragio, ¡todo mientras estaba en las listas de los más buscados, por gentiles y judíos al mismo tiempo! Él era un hombre duro. Nadie podía negarlo. Aun así él no se jactaba sobre su fortaleza y resistencia, sino más bien sobre su debilidad.
En 2 Corintios 12:9–10, Pablo escribe:
Pero él [Dios] me dijo, “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente presumiré más bien de mis debilidades, para que permanezca sobre mi el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte".
A pesar de todo lo que había estado pasando, Pablo aceptaba que él solo tenía la oportunidad de luchar si bajaba la guardia.
La humildad invita a otros a ayudarnos. El orgullo los aleja. La humildad permite que Dios entre en nuestro dolor. El orgullo dice, "Yo puedo hacerlo solo". La humildad escucha el consejo sabio. El orgullo rechaza el consejo de otros. La humildad nos guía hacia la sanidad. El orgullo nos dirige a la destrucción (Proverbios 16:18).
La humildad requerida para sanar del trauma es un escenario de riesgo/recompensa. Tienes que estar dispuesto a ponerte a ti mismo en las manos de otros, a confiarles tu historia para poder forjar las relaciones afectuosas y la comunidad que necesitarás para sanar. No es fácil, y es totalmente opuesto a lo que tu cerebro puede decirte que hagas, pero no puedes saltar este paso. La apertura y la vulnerabilidad son lo que tu corazón necesita para sanar.
¿En qué medida, o en su totalidad, ves al orgullo como una barrera para tu sanidad? ¿Cuál es la acción que podrías tomar esta semana que fomentará tu humildad y tu vulnerabilidad?
Acerca de este Plan
Con frecuencia nos condenamos a nosotros mismos por el dolor en nuestro pasado o en el presente. Nos sentimos culpables por no superarlo más rápidamente. Asumimos que los demás deben manejar mejor estas situaciones. El caso es que el trauma permanecerá autorizado para lastimarnos mientras nosotros neguemos su existencia. La verdad es que no estás fallando al sanar. Dios es un Dios de restauración. Y este es solo el comienzo.
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