Acercándonos a Dios.Muestra
Con manos limpias.
Un atributo de nuestro Padre es Su santidad. Debemos recordar que en la Palabra se nos dice que Él está separado de toda la maldad, que nada le puede tentar y que desea que seamos santos. Nos lo recalca en 1 Pedro 1:16: “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.
Para poder estar cerca de Dios, para entrar al lugar santísimo, es necesario practicar y buscar la santidad. La Palabra nos dice claramente en Hebreos 12:12-14: “12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. 14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor".
Este llamado que se nos hace debe ser una meta planteada todos nuestros días; no debemos engañarnos diciendo que “aunque pecamos Dios nos perdona y nos ama”. Está claro en la Palabra que aquellos que practican el pecado no son hijos de Dios. Leamos 1 Juan 3:8-10: "8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios".
Dios nos ama, por eso dio a Su Hijo en la Cruz del Calvario. Sin embargo, es un Juez Justo que paga a cada uno según sus obras. Por eso nuestra luz debe brillar en todo tiempo, esa luz de santidad por la cual no nos dejamos llevar por las cosas terrenales que hacen daño a nuestro ser interior; practicamos la justicia y amamos a los demás, esa es el sello que nos identifica de los hijos del maligno. Debemos meditar si nuestras acciones coinciden con nuestra fe, si nuestro estilo de vida concuerda con lo que se nos demanda en la Palabra. Si es así podemos estar seguros de que cuando buscamos el rostro de Dios somos recibidos en el lugar apropiado; si no, estamos a tiempo de enmendar nuestros pasos y comenzar a buscar la justicia y la paz con todos. De esa manera podremos sentir el regocijo de estar en la presencia de Dios; queda en nuestras manos lo que haremos.
Oremos:
Padre Bueno, te damos las gracias porque eres maravilloso, porque cada día deseas que nos acerquemos más a Tu presencia y por eso nos hablas en la Palabra de cómo debemos de vestirnos espiritualmente para estar en el lugar santísimo. En el nombre de Jesús te pedimos que nos ayudes a guardarnos del mundo y sus placeres, que seamos luz en medio de la oscuridad y que en todo tiempo practiquemos el amor, la justicia y la misericordia. Sabemos que los que te aman practican el amor con el prójimo; danos ese amor que trasciende lo carnal y llega a amar al que lastima y hace daño, a perdonarle y tener misericordia con ellos. Que en todo tiempo nuestro estilo de vida te sea agradable, al igual que el de Jesucristo, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos en algún momento de la vida nos sentimos alejados de Dios. Ya sea por nuestra situación, problemas o porque decidimos tomar las cosas en nuestras manos y dejar a Dios por fuera. Este devocional nos ayudará a entender cómo podemos regresar a los brazos del Padre para sentir nuevamente Su cobertura y Su presencia en nuestra vida.
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Nos gustaría agradecer a Ministerio tu Pan diario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.youtube.com/channel/UCMlVsOgxkrRCIyryigj8Law