Diseña tu propósitoMuestra

Analiza dónde estás parado

Recuerdo que era un lunes por la mañana. Me levanté un poco agotado, pero eso era normal; yo no estoy alerta hasta el primer café del día. Voy al baño, me aseo y cuando paso a mi armario para escoger mi ropa, sentí que me sobrevino lo que en Puerto Rico llamamos una “macacoa”. Me dio un dolor en todo mi cuerpo y me sentí como si la piel pesara una tonelada. Fue tan repentino que, por un momento pensé que dentro de mi cuerpo alguien había presionado un interruptor que decía: “Muere, plebeyo”.

Fuimos a la oficina del médico y me tomó la temperatura; estaba alta, pero nada alarmante. Rápidamente, el doctor sacó su recetario y, mientras escribía, me dijo: "Te voy a mandar a hacer unos laboratorios para saber dónde estamos, y de ahí determinar qué vamos a hacer".

Los médicos saben a dónde quieren llevarte, a un cuadro completo de salud. Para llegar allí, necesitan tener un diagnóstico claro para determinar el mejor camino. Para diseñar una vida con propósito, una vez sepas a dónde quieres ir con lo que Dios te puso de frente en esta temporada, es importante saber dónde estás ahora para tener un diagnóstico claro; para tomar decisiones certeras.

Tu presente no debe determinar a dónde puedes llegar, sino que sirve para determinar los pasos que necesitas dar para poder llegar.

Esta historia de los 12 espías en el libro de Números, nos muestra la importancia de escoger bien dónde nos enfocamos primero. Los diez espías se enfocaron principalmente en su condición y no pudieron concebir el potencial de su ambición. Por otro lado, Josué y Caleb se enfocaron en su ambición, y eso trajo una nueva luz a su condición. Al enfocarse en su ambición, Josué y Caleb pudieron entender mejor que esa ambición provenía de Dios y, como el originador de la visión era Dios, Él iba a proveer lo necesario para conquistar aquella tierra. Sí, era cierto que ellos eran un pueblo de esclavos recién salidos de Egipto, pero también contaban con el favor de Dios para alcanzar su tierra. Si decidimos nuestras metas a base de nuestra condición, es probable que nos ocurra como al pueblo de Israel, y se nos vayan los años dando vueltas en círculo, anhelando volver a vivir en el pasado.