Diseña tu propósitoMuestra

Comienza por el final

Una vida con propósito y vivida a propósito, busca ser parte de una narrativa que va más allá de uno mismo. Quizás, es hacer algo que tenga un impacto local o mundial, o quizás es aportar a la narrativa de las vidas que te rodean. No importa qué tan grande o pequeña parezca nuestra aportación, vivimos a propósito cuando pensamos en el legado que estamos dejando.

Cuando pasemos por este mundo, siempre vamos a dejar un legado. Por eso es que, la declaración de Moisés en Deuteronomio es tan importante. Lo que hagas y lo que no hagas va a dejar un legado de bendición o un legado de maldición. Es como la inevitable huella que permanece cuando caminamos por la arena. La pregunta no es si vas o no vas a dejar un legado con tu vida. La pregunta es QUÉ legado vas a dejar con tu vida. ¿Tu legado se va a definir por un rastro de dolor y desagrado, o será definido por las vidas que ayudaste a elevar? La buena noticia es que tú puedes decidir cuál será tu legado.

Tu legado siempre se va a tratar de lo que dejas atrás en las personas que interactuaron contigo. Por eso, la mejor manera de ser intencional sobre el legado que dejas, es pensando en cómo leería tu obituario al final de tu vida. Sí, yo sé… suena oscuro o morboso, pero reconocer que vas a morir y pensar cómo quisieras ser recordado hoy mismo te va a dar, aparte de un poco de incomodidad, la claridad de que el tiempo es limitado y debemos aprovecharlo construyendo momentos significativos en la vida de los demás.