Diseña tu propósitoMuestra

Se acabó el misterio

Todos queremos que nuestra vida importe. Todos llevamos dentro un deseo de sobresalir, de ser admirados y que nuestra vida tenga una sensación de sentido… o sea, que lo que hagamos aporte a algo con trascendencia. Ese anhelo es el motor de la interrogante que muchos de nosotros nos hacemos constantemente: ¿Cuál es mi propósito?

A muchos se nos va la vida esperando encontrar ese propósito “grande y único” que le dé significado a nuestra vida. En la búsqueda de propósito, perseguimos el éxito en nuestras carreras, en nuestros ministerios, forzamos a nuestra familia a proyectar cierta imagen hasta vernos fatigados y resentidos con la vida, con nuestra familia y hasta con Dios.

En mi caso, no fue hasta que la fatiga, la frustración y el resentimiento me alejaron de todo lo que amaba, que pude recibir el consejo de Dios confrontándome con la siguiente verdad: Dios nunca nos llamó a emprender una búsqueda obsesiva por encontrar nuestro propósito porque que ya Él nos proveyó un propósito a través de Jesús.

En Lucas 4:18-19, Jesús declaró su propósito en la Tierra. Jesús anunció que fue empoderado por el Espíritu de Dios con toda autoridad para traer transformación a las vidas cautivas, confundidas y desesperanzadas; para dirigirlos a Dios.

Luego, en Hechos 1:8, Jesús toma su propósito y lo transfiere a cada uno de nosotros. Nos empoderó con el Espíritu de Dios para ser sus testigos. Es decir, continuar la misión de traer transformación a las vidas y dirigirlos hacia Dios.

Así que todos compartimos un mismo GRAN propósito: Participar en el plan de Dios de alcanzar y transformar vidas.

No sé tú, pero cuando aprendí esta verdad en la Palabra, sentí libertad. Dios no te pidió que desperdicies tu vida buscando un propósito. Dios te está invitando a vivir intencionalmente el propósito que Jesús nos dio. Ya no se trata de descubrir cuál es tu propósito, sino cómo vives tu propósito. La belleza del asunto es que cada uno vive el propósito de Dios de una manera única porque nuestras vidas son únicas. La mejor manera de vivir el propósito de Dios es diseñando vidas intencionales. A eso yo le llamo Diseñar nuestro propósito.

Como ingeniero, cuando me toca diseñar y ser intencional, lo primero que hago es pensar en sistemas con pasos simples que me ayuden a lograr mis objetivos. Así que en los próximos días, quiero compartirte el método CREAR; un método con 5 pasos que nos ayudarán a diseñar vidas a propósito:

Comienza por el final

Roles de Responsabilidad

Establece tus ambiciones

Analiza dónde estás parado

Realiza pasos de Fe

Nos esperan 5 días de reflexión, claridad y libertad. ¿Listo para vivir a propósito? ¿Listo para vivir una vida llena de plenitud, aún con todos sus retos? ¡Pues comencemos!