EL SEÑOR ES MI ESTANDARTE

Las aguas del Caribe se veían constantemente amenazadas por piratas ingleses, quienes atacaban a los grandes barcos españoles llenos de toda clase de riquezas provenientes de las tierras colonizadas en América, por lo que la confrontación en el mar era parte del trayecto que los grandes buques ibéricos debían atravesar.

Nosotros somos como capitanes de un barco lleno de riquezas, en principio nos sentimos afortunados por poder navegar en un gran buque lleno de piedras preciosas. Pero en algún momento nos encontramos con otros navegantes, ¿serán los malvados piratas ingleses? Qué horrible sensación pensar que podemos perderlo todo y no tener un elemento diferenciador que nos permita saber si esos barcos son amigos o enemigos.

Las banderas son esos elementos diferenciadores que hoy en día nos permiten saber quién es quién. Desde tiempos antiguos hasta hoy, los países han tenido banderas para identificarse, y en medio de la guerra, saber quiénes son amigos o enemigos. Entonces, si ves una bandera amiga, te alegras, sabes que seguramente es uno de tus aliados. Eso te trae paz y tranquilidad, hoy no habrá que luchar, y lo mejor, es que irás acompañado; para los piratas será más difícil atacarte. Una bandera hace la diferencia.

Dios es nuestra bandera. Solo en Su presencia podemos tener seguridad, tranquilidad, paz y la alegría propia de saber que vamos acompañados en este camino lleno de peligros y dificultades. Con Cristo somos dos y somos mayoría para enfrentar a Satanás, al mundo y a la naturaleza pecaminosa. Tenemos la victoria, no por nosotros, sino por quien representamos. Quienes llevamos una bandera distinta en un país extranjero, nos identificamos como nacionales de aquel. Entonces, YHWH NISI no solo resulta ser nuestro estandarte de victoria en medio de las luchas diarias, sino también el sello de identidad que hace temblar al enemigo al ver que somos hijos de Dios.

Hoy es día de victoria en Cristo Jesús.

¿Cuál problema de los que estás enfrentando es más grande o poderoso que Dios? La respuesta, te aseguro, es ninguno. Así que hoy da gracias a Dios y sal a vencer con Cristo cada dificultad.

Finalmente responde esta pregunta: ¿Quienes te ven a diario te identifican como nacional del reino de los cielos?