Reinventando Mi CarácterMuestra

Que lo primero que hagas sea tener la unción de Dios.

Necesitamos recapacitar en nosotros, porque en nuestra vida todos tenemos miedos, frustraciones, y también sueños, promesas, metas. Pero, es importante darnos tiempo para llenar nuestra lámpara de aceite.

Necesitamos a Dios en lo que estamos planeando, en lo que estamos empezando. No importa cuantas metas tengas, sabemos que para tener esa unción, necesitamos tener una relación con Él. Una relación personal, única, constante y diaria. Porque si nosotros no estamos caminando en Su presencia, no estamos, entonces, yendo con Su ayuda.

Necesitamos al Dios de las promesas, porque la victoria nos la va a dar el Señor. Soñemos en grande. Pero no nos olvidemos que la victoria viene de Dios. Por eso la estrategia número uno del enemigo es quitarte la comunión con Dios. Que tú estés lejos, que te ocupes en tus cosas sin Su ayuda, sin Su guía y, que así no tengas paz y que tropieces.

Y las insensatas dijeron: "Denos un poco de su aceite". Pero ellas le contestaron: "Sii les damos nuestro aceite no tendremos ni nosotras ni ustedes". Eso nos lleva a recapacitar que la relación con Dios no se puede compartir, sino que la relación con Dios es personal. Tu tienes que alimentar tu propia relación con Dios.

Tu puedes leer la palabra y puede darte principios, y eso no le incomoda al enemigo. Pero, lo que si le incomoda es que tengas el aceite, aceite que representa la unción de Dios. Por eso una propuesta de este devocional, es que nosotros nos convenzamos que la meta Número 1 es buscarlo a Él. Nuestra Prioridad Número 1 es que cada uno de ustedes le haga a Él su Prioridad Número 1. Que podamos decir: "Yo quiero que mi relación contigo, Dios, sea más fuerte".

Que al salir de este devocional, seamos amigos de Él. Personas que estemos en completa comunión. Que nuestra determinación sea una amistad más estrecha con Dios. Buscando Su consejo, Su dirección. Y así vamos a poder tener más estrategias, y de más impacto y de mayor importancia para nuestra vida.

Te puedo decir que Dios quiere tener comunión contigo y con cada uno de nosotros. No nos podemos prestar la comunión, porque es nuestro espíritu con Su Espíritu el que se va a relacionar y en donde recibiremos esa unción de manera personal.

Ora que Dios te ayude a mantener una relación con Él, fuerte, firme y perseverante.