Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra

Leer: Génesis 41

EOAO: Génesis 41:51–52

“Llamó José al primogénito Manasés, porque dijo: «Dios me ha hecho olvidar todos mis sufrimientos, y a toda la casa de mi padre». Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Dios me ha hecho fructificar en la tierra de mi aflicción»".@@

En el texto

Los eventos registrados en el capítulo 41 de Génesis indican un punto de inflexión importante en la vida de José. Aunque experimentó un gran sufrimiento, Dios estaba en control. La soberanía de Dios se manifiesta a través de los sueños de Faraón, la interpretación que ofreció José, el honor y la autoridad que se le otorgaron como resultado, y los nombres de sus hijos.

José tenía treinta años cuando comenzó a servir a Faraón en Egipto; tenía diecisiete años cuando sus hermanos lo vendieron a los madianitas. José pasó al menos dos de esos trece años en prisión, probablemente muchos más. Sin embargo, a pesar de que enfrentó una gran injusticia y sufrimiento, José permaneció fiel a Dios, buscándolo y caminando en obediencia sin importar sus circunstancias.

Dios mostró Su soberanía sobre las naciones al revelar Sus planes para bendecir a los egipcios con una cosecha abundante y luego humillarlos con una gran hambre. Dios controla todo, desde la naturaleza hasta las naciones y gobernantes más poderosos. Y cuando esta nación poderosa no pudo interpretar los planes de Dios, Él restauró a Su siervo fiel a un lugar de honor al llevar a cabo Sus planes soberanos.

Al revelar Sus planes para Egipto, Dios también manifestó Sus planes específicos para José, Su líder escogido. Dios, no Faraón, designó a José para que estuviera a cargo de la nación de Egipto en ese momento. Se honró la fidelidad de José en las cosas pequeñas y se le puso a cargo de muchas cosas (Génesis 37:2; 39:1–6, 21–23). Finalmente, después de mucha angustia y sufrimiento, José pudo ver el maravilloso plan de Dios para él desarrollándose ante sus ojos.

Los nombres de los hijos de José muestran su gratitud y reconocimiento por lo que Dios había hecho en su vida. El nombre Manasés fue un recordatorio de que Dios permitió que José se olvidara de su problema y de la casa de su padre. El nombre de Efraín fue un recordatorio de que Dios permitió que José fuera fructífero en la tierra de su sufrimiento. José reconoció la provisión y el cuidado de Dios sobre su vida. Reconoció la obra y la liberación de Dios para él, y los nombres de sus hijos fueron recordatorios permanentes de la fidelidad de Dios.

José escogió consistentemente las cosas de Dios. Fue fiel en todo lo que Dios le había dado, desde los rebaños de su padre hasta la casa de Potifar, desde la prisión hasta estar a cargo de toda la nación de Egipto. Su fidelidad es un modelo para las seguidoras de Cristo. No importa dónde estemos, podemos permanecer fieles y obedientes a Dios. Si bien puede que no sea de inmediato, un día Dios recompensará a aquellas que se dedican a Él.