Eligiendo a Dios en Lugar De Las Cosas Del MundoMuestra

Leer: Génesis 40; Salmo 13

EOAO: Salmo 13:5–6

“Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré al Señor porque me ha hecho bien".

En el texto

En la lectura de hoy, encontramos a José en su punto más bajo. José era el hijo amado de su padre, Jacob. Dios le había dado a José una promesa de en quién se convertiría a través de una serie de sueños, mostrándole que un día sus hermanos y su padre se inclinarían ante él. Dios se le había aparecido a José en un sueño y le había hecho promesas, tal como lo había hecho con Jacob, Isaac y Abraham.

Desde que tuvo estos sueños, José soportó penurias e injusticias increíbles. Sus hermanos lo traicionaron, lo arrojaron a un pozo y lo vendieron como esclavo. Encontró el éxito en la casa de Potifar solo para ser acusado falsamente de un crimen e injustamente encarcelado. Y aunque José ascendió a una posición de autoridad en la prisión, todavía vivía en cautiverio.

En todo lo que le sucedió a José, sería comprensible que su fe flaqueara o que pensara que había entendido mal el mensaje de Dios en primer lugar. Sin embargo, después de todos estos eventos, Dios le dio a José la oportunidad de demostrar su fe, incluso en su punto más bajo.

La forma en que se registran los sueños del copero y el panadero tiene la intención de recordar a los lectores de Génesis los sueños de José de años anteriores (Génesis 37). No sabemos si José reconoció estas similitudes, pero el autor de Génesis incluyó estas conexiones para mostrar a sus lectores cómo Él todavía estaba obrando. Dios le había hablado a José a través de sueños en el pasado, y continuaría usando sueños para decirle a José lo que estaba por venir. Los pensamientos de José no se registran, pero sus acciones dicen mucho. Al interpretar los sueños, José demostró su fe inquebrantable. Todavía creía que Dios le hablaba a Su pueblo a través de sueños, y creía que Dios cumpliría las promesas que le había hecho.

Dios está obrando en nuestras vidas y situaciones. Es un Dios que ve, cuida y se mueve. Podemos ver esto en la vida de José y encontrar aliento en nuestras propias circunstancias. No importa lo que enfrentemos hoy, podemos demostrar nuestra fe al continuar creyendo en las promesas de Dios. Dios continuará realizando Sus propósitos; Su fidelidad en el pasado es un modelo y una promesa para Su fidelidad en el futuro. Seguirá trabajando, incluso cuando sintamos que estamos en el foso. Como proclamó el salmista, podemos confiar en Su fidelidad y Su próxima liberación, cantándole alabanzas cuando seamos vindicadas.