¿Creyente Yo? ¡Por Supuesto!Muestra

Valores

Josué 1:7-8
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Antes de que Josué liderara al pueblo de Israel hacia la tierra prometida, antes de convertirse en el líder que fue, antes de ver el cumplimiento de las promesas en su vida, determinó vivir su vida bajo los valores y los principios que Dios le había ordenado.

Él estuvo al lado de Moisés, aprendió de él, me imagino que leerían juntos los diez mandamientos y la ley que Dios le reveló, ¡que emocionante! Pero, cuando llegó su momento, él tuvo que decidir cómo iba a vivir.

Hoy nosotros necesitamos aprender a vivir bajo los valores del reino de Dios y no sólo saberlos.

¿Qué son los valores?

Cuando hablamos de valores estamos hablando de las cualidades o virtudes que tiene una persona. Son aquellas reglas maestras que rigen nuestro comportamiento. Los valores son nuestros no negociables.

Nos sirven de guía, nos posicionan de un lado o del otro, nos ayudan a definir en nuestra vida cuáles van a ser aquellas cosas por las cuales nos vamos a conducir.

Por esto, es recomendable que desde pequeños formemos en la vida de nuestros hijos valores eternos que les permitan a ellos poder crecer y desarrollarse como las personas que esta sociedad necesita.

Algunos ejemplos de los valores que tiene un discípulo:

• Vivir una vida centrada en la Palabra de Dios (Mateo 24:35 “el cielo y la tierra pasarán) la Palabra de Dios nunca cambia.
• Amar a los demás como Dios nos amó a nosotros.
• Generosidad, Integridad, Servicio, Respeto, Lealtad, Fidelidad...
  

Una vida que se construye en base a los valores y los principios del Reino, es una vida que atrae, impacta y que transforma. Por el contrario, una vida a la que cualquier autobús le viene bien, es una vida esclava que se desmorona poco a poco.

Nuestras acciones en momentos clave van a mostrar el compromiso verdadero que tenemos con nuestros valores.El creyente, cree y vive por sus emociones, el discípulo cambia el mundo teniendo claro sus principios y valores.

Como discípulos somos desafiados a un compromiso total con nuestros valores basados en Dios y en su Palabra.
Ser un discípulo de Cristo tiene que ver con vivir nuestra vida anclada a los valores y principios de Dios.

La transformación es posible para todo aquel que esté dispuesto a tener buenos valores y vivir según ellos.
Que tu vida y mi vida den evidencias de que somos discípulos.