Selah: Pausa y reflexión en tiempos de espera Muestra

Dia 3.- Toma acción

Un error común que se comete en los tiempos de espera es pensar que estos son tiempos perdidos. Pero no es así, los tiempos de espera son una preparación para lo que vendrá después. La manera en que vivimos los tiempos de espera va a determinar cómo y cuánto vamos a esperar. Se debe pensar que la espera es como una planta a la que debemos cuidar para que crezca y de fruto.

Debe existir coherencia entre lo que hacemos y lo que pedimos, así que debemos preguntarnos: ¿Qué estoy haciendo para alcanzar mi promesa?

En el libro de Samuel podemos encontrar 2 ejemplos maravillosos de cómo aprovechar los tiempos de espera:

• 1 Samuel 1:10: Aquí podemos leer acerca de Ana, una mujer que no lograba embarazarse. En este versículo leemos que “Ana lloraba y oraba al Señor” Más adelante en esa historia, el Señor le concede a Ana un hijo. Pero, ¿qué hizo Ana para alcanzar esa promesa? Ana estaba angustiada, incluso deprimida, pero decidió convertir su angustia en una oración. En vez de alejarse de Dios, ella oró con tanta fuerza que Dios la escuchó, ella tuvo fe y convirtió un tiempo de espera en un tiempo de fe.
• 1 Samuel 17:34: En este versículo David estaba intentando convencer a Saúl de lo que lo dejara ir a pelear contra Goliat. David menciona que toda su vida ha estado pastoreando a las ovejas de su padre, dice que gracias a eso ha enfrentado a osos y leones para proteger a sus rebaños. Gracias al tiempo que David pastoreó a las ovejas de su padre ahora tiene la experiencia para ir a combatir a Goliat. David vivió su tiempo de espera con excelencia, hacía lo que podía con lo que tenía, vivió en comunión con Dios. Y, gracias a eso, su tiempo de espera le otorgó no solo un propósito, sino también las herramientas y la fuerza para alcanzarlo.

En ambos ejemplos podemos decir que Dios tenía un plan perfecto para Ana y para Samuel (Ana fue madre del profeta Samuel y la derrota de David contra Goliat desencadenó una serie de eventos que lo llevaron a convertirse en rey de Israel). Dios tenía un plan para Ana y para Samuel, nada podría alterar ese plan (Salmos 33:11). Pero, la manera en que vivieron sus tiempos de espera hizo que sus caminos se acercaran a ese propósito.

No es fácil vivir esperando, muchas veces es cansador y puede ser frustrante. Sin embargo, debemos recordar que Dios ya está haciendo algo, aunque todavía no lo podamos comprender.

Démosle en propósito cada cosa que hagamos, fijemos la mirada en la promesa de Dios y en la espera preparémonos para alcanzar un premio eterno (1 Corintios 9:25-26).

Te dejo algunas cosas que puedes hacer en los tiempos de espera:

• Haz lo que puedes con lo que tienes: No se trata de la cantidad de frutos que damos, se trata de la calidad. Sé fiel en lo poco y Dios será fiel en lo mucho (Lucas 19:17).
• Vive en fe: Vivir en fe va a evitar que nuestros tiempos de espera se llenen de angustia y depresión (1 Samuel 1:17-18).
• Descasa: Muchas veces los tiempos de espera son un regalo de Dios para que podamos descansar y tomar nuevas fuerzas para lo que viene.

Acompáñame a orar:

Dios, te doy gracias porque estás haciendo algo aun cuando parece que nada sucediendo. Ayúdame a cambiar mi angustia por fe, te pido me prepares para lo que viene. No permitas que nada sea en vano, en Tus manos descansa mi futuro y en Tu nombre encuentro paz. En el nombre de Jesús, amén.