El perdón lo cambiaMuestra

¿Es posible la paz?

Me encanta lo realista que es el apóstol Pablo. Mientras enseñaba sobre el pecado, el perdón y la reconciliación, escribió: "si es posible, y en cuanto dependa de nosotros, vivamos en paz con todos" (Romanos 12:18). Pablo nos está empujando a que hagamos todo lo posible para reconciliarnos con quienes pecan contra nosotros. Pero fíjese en esa frase: "si es posible". A veces no es posible, en esta vida, arreglar lo que el pecado ha dañado.

Piense en lo que la infidelidad podría hacerle a un matrimonio. Incluso Jesús reconoció que el daño podría llevar al divorcio (Mateo 5:32). O piense en lo que los chismes podrían hacerle a una amistad. Salomón sabía que tales pecados podrían separar a los amigos cercanos que ya no tienen ganas de compartir sus luchas y secretos más profundos (Proverbios 16:28).

Entonces, es importante saber eso. Si bien nos esforzamos por perdonar a todos los que pecan contra nosotros (Lucas 11: 4), es posible que no sea posible reconciliar todas las relaciones. Eso no significa que seamos amargados o vengativos. Simplemente es reconocer que hay otros factores que intervienen. Es como una persona que corre después de un accidente automovilístico. Es posible que no pueda correr como antes, a pesar del trabajo de rehabilitación.

Afortunadamente, sin embargo, el perdón de Jesús es perfecto. Debido a la cruz, vivir en paz con Dios siempre es posible, no importa cuán terrible sea el pecado o las consecuencias a largo plazo. Si bien podemos tener dificultades para confiar en las personas que nos han lastimado, siempre podemos confiar en que Jesús nos ha ayudado, dándonos una relación perfecta con nuestro Padre. Sin distancia. Sin separación. Solo Dios está con nosotros hasta el día en que lo veamos cara a cara.