El perdón lo cambiaMuestra

¿Cómo perdono?

Hace años tuve un intercambio bastante poco amoroso con una hermana cristiana. La tensión había estado aumentando durante meses, así que nos reunimos cara a cara para resolverlo. Mientras hablábamos sobre lo que Dios querría que hiciéramos, solo amar, ella cerró los ojos y asintió lentamente: "Yo sé. Yo sé". Suspiré, porque sabía exactamente cómo se sentía. Como cristiano, quería olvidar el conflicto y elegir amarla como lo ordena la Biblia. Pero puede ser muy difícil llevar la verdad de la Palabra a las emociones de su corazón, los pensamientos de su mente y las palabras de sus labios.

¿Usted ha sentido lo mismo?

Si es así, Jesús quiere ayudarle. Por eso nos enseñó a orar: "Padre… Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden" (Lucas 11:2,4). Nuestro Salvador sabía lo difícil que sería el perdón, así que nos dirige a la fuente del poder sobrenatural. Cuando sienta que no puede, ¡hable con el Dios que siempre puede!

Pero mire lo que Jesús dijo primero: "Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden" (Lucas 11:4). "Primero, Padre, perdónanos nuestros pecados. Perdóname los míos". El perdón comienza no con que usted los perdone, sino con que Dios lo perdone a usted. ¡Y ya lo hizo! ¡Y lo perdona hoy! ¡Y lo va a perdonar!

Así que cuando perdonarlos parezca imposible, recuerde orarle a su Padre, que es supremamente capaz y sorprendentemente el rey del perdón .