Sanando Las Heridas Del CorazónMuestra
¿Cómo te sientes? En verdad, ¿qué es lo que está pasando por tu mente en este preciso momento? Muchas veces, encontrar respuesta a esta pregunta es una de las cosas más difíciles que haremos. Mucho más si hemos sufrido una herida al corazón. Ya sea la separación de un ser querido, un fracaso, o incluso una clase perdida, esas son heridas que pueden dejar un vacío donde se cree que no hay solución. En mi caso, fue el fallecimiento de mi querida madre.
Yo tan solo tenía 12 años cuando mi madre falleció. Sin lugar a duda, mi vida cambió por completo. La persona que era mi soporte y mi protección se había ido… para siempre. Lo único que deseaba era un último abrazo, un último beso.
Yo escuchaba a todos decir que Dios tenía un propósito, pero el dolor no se podía describir en palabras. Hubo personas con intención de ayudar, pero, lo único que hacían era lastimarme más. “Dios tiene el control” decían y esto me abrumaba más y más hasta llegar al punto de colapso físico y mental. Y en esa etapa de mi vida, fue en donde comenzaron las preguntas.
Dios y yo sabíamos lo mucho que yo le había pedido por su sanidad, pero no ver una respuesta positiva me destruyó por completo. Empecé a preguntarme, ¿por qué? y poco a poco me alejaba más de Dios.
Todo esto cambió cuando entendí que nosotros tenemos el privilegio de ser llamados hijos de Dios y esto significa que podemos ir delante de Él y presentarle todas las dudas que tengamos y cargas que estemos soportando por nuestra cuenta. Y aun sin tener mucha experiencia en la oración, eso fue exactamente lo que hice. No sabía cómo Dios podría contestarme, pero poco a poco empecé a leer la Biblia, y ahí encontré la respuesta a muchas de mis dudas.
Hay un versículo que fue de mucha bendición para mí en lo más difícil del proceso de sanidad: Timoteo 1:5-7 RVC 2. Este versículo para mí significa lo mucho que somos valorados por Dios, y nos llama a ti y a mí a que seamos fuertes para terminar esta carrera de vida.
Al poco tiempo de empezar este proceso de compartir mis pensamientos con Dios y pasar tiempo con Él, sin darme cuenta, mis dudas empezaron a cambiar de ¿por qué? a ¿para qué?
Yo sé lo difícil que es sentirse con el corazón roto, y aunque el proceso de sanidad no es fácil, guarda esto en tu mente: Dios te ama muchísimo y saldrás de este proceso en un nuevo y mejorado nivel de comunicación con Él. Tú tienes en ti un espíritu de “poder, de amor y de dominio propio".
Así que ve y escribe todas tus dudas y cargas que tengas. Ve, preséntaselas a Dios, y sé paciente que Dios te contestará en Su tiempo.
Escrituras
Acerca de este Plan
El plan de lectura "Sanando las heridas del corazón" es el resultado de nuestro proceso de sanidad, cuatro jóvenes compartiremos contigo experiencias que marcaron nuestra vida; la forma en que nos afectó, pero también la forma en que el Señor vendó y curó nuestras heridas y nos fortaleció para enfrentar el futuro.
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Nos gustaría agradecer a LINK por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linkgt.org/