Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Sanando Las Heridas Del CorazónMuestra

Sanando Las Heridas Del Corazón

DÍA 2 DE 5

Las heridas son lesiones causadas por un evento de aflicción o pesar en nuestra vida. Cuando son atendidas, sanan y dejan cicatrices como un recordatorio de la fidelidad y cuidado de Dios, son testigos vivos de una batalla, testimonios de nuestras derrotas y victorias.

Hay heridas que aún duelen y necesitan atención especial, lesiones profundas que pueden causar mucho daño, incluso pueden causarnos la muerte espiritual o física si no son tratadas a tiempo.

Seré vulnerable contigo y voy a compartirte una herida que me causó mucho dolor y me tomó mucho tiempo superar: Perdí el segundo año de la universidad, esto puso mi sueño en pausa por todo un largo año. Me incomodaba saber que, a pesar de mis esfuerzos, tendría que repetir el ciclo, fue un tiempo de dolor y frustración que causó una herida en mi corazón, en mi ego y mi autoestima, me sentí incapaz y poco inteligente.

Mi corazón estaba lleno de ansiedad, cansancio y preocupación por mi futuro. Dolida y enojada por mi incapacidad de sanar esta herida, llegue al punto de que las promesas de Dios, ya no se sentían reales para mí, mis oraciones parecían insuficientes, como que rebotaban en un muro sin respuesta y lo más difícil, mi fe decaía y todo lo que hacía por intentar recuperarla parecía ineficiente. Por mucho tiempo intenté saltar las etapas en mi proceso de restauración al no comprender que el expresarme y el llorar también eran señales de valentía, y sanidad.

Y puede que tú estés cometiendo el mismo error que yo cometí, pero Dios quiere que seamos honestos con el dolor que sentimos, que tengamos la libertad de expresarnos sin importar lo insignificante que parezca. A Dios le agrada que nos acerquemos al trono de Su gracia para obtener el oportuno socorro para esas situaciones difíciles que estamos pasando, porque en medio de nuestra honestidad Dios sana, sana nuestra vergüenza, sana la ansiedad, pero, sobre todo sana nuestro dolor.

Fue así como entendí que Dios acepta cada una de mis lágrimas para intercambiarlas por la alegría de un nuevo comienzo lleno de esperanza, que me enseña a perdonarme, a abrazar mi dolor y superarlo reconociendo que todo proceso lleva su tiempo. Posiblemente, no sea inmediato, pero seguro que todo lo usará Dios para nuestro bien. Entendí que una puerta cerrada no significa el fin de mi sueño, si no una redirección, una oportunidad para mejorar mi camino. Para Lázaro, la tumba significó, resurrección, para Pedro su noche más oscura, restauración y para José su pozo de desesperación fue el reinado. Recuerda, Él te dice “Yo soy tu Dios que te sana”.

Si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo y darme un consejo seguro sería: No tengas miedo de afrontar tu dolor, no dejes de creer en que los nuevos comienzos llegarán, en medio de tus noches de llanto Dios está disponible para ti. Porque Dios siempre está en control, el es Rey y Señor sentado en Su trono, te pide que sueltes las riendas, dejes de caminar solo, confía y llegarás a buen puerto. Tu vida está segura en Sus manos y tu futuro será brillante.

Te invito a que examines cuál es tu herida. Tócala, ¿aún duele? Dios quiere sanarla. Te invito a que juntos leamos Isaías 43:1-5

Escrituras

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Sanando Las Heridas Del Corazón

El plan de lectura "Sanando las heridas del corazón" es el resultado de nuestro proceso de sanidad, cuatro jóvenes compartiremos contigo experiencias que marcaron nuestra vida; la forma en que nos afectó, pero también la forma en que el Señor vendó y curó nuestras heridas y nos fortaleció para enfrentar el futuro.

More

Nos gustaría agradecer a LINK por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linkgt.org/