Crónicas de sanidadMuestra
El siervo del centurión
¡Qué historia más impresionante!
Un centurión romano tenía un siervo leal que estaba muy enfermo y a punto de morir. Probablemente lo había intentado todo porque lo estimaba mucho, pero nada parecía funcionar.
Cierto día oyó, que un tal Jesús de Nazareth estaba muy cerca de la ciudad. Eran muchas las personas que compartían los testimonios de sanidad y milagros realizados por Jesús. Cuando el centurión romano oyó sobre esto, supo con certeza que Jesús era la respuesta a su necesidad. Pero todo inició a partir de esta premisa:
Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo. Lucas 7:3
Tenemos que oír a Jesús a través de su palabra, para tener un encuentro genuino con Él. Tal conocimiento desarrollará una fe activa.
Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17 NVI
El centurión romano puso su completa atención en Él, lo oyó y obtuvo como respuesta inmediata, una acción frente a tan grande revelación: una fe inquebrantable.
Él no se sentía digno de acercarse e incluso, no se tenía por digno de que el Maestro lo visitase. Por ello, cuando Jesús estaba cerca, envió a unos amigos, diciendo:
“Da la palabra y mi siervo sanará. Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace”.
Jesucristo percibió el corazón y la fe de este hombre, se maravilló y dijo:
¡Nunca he hallado tanta fe en todo Israel!
Sin fe es imposible agradar a Dios, pero la fe de este hombre le agradó. Por la palabra de Jesús, el siervo fue sano en aquella misma hora.
"Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo".
Dios no hace acepción de personas y, aunque el centurión era gentil y no se tenía por digno, su fe era digna de imitar.
Muchas personas en la actualidad, anhelan obtener sanidad sin tener que acercarse al autor de la vida y eso es algo imposible. Jesucristo es el autor y consumador de la fe, es el pionero y perfeccionador de la fe.
Podemos recibir diagnósticos desalentadores, veredictos devastadores, pero una sola palabra del Maestro bastará para obtener un milagro. Jesucristo siempre tiene la última palabra.
¿Le crees a las promesas de Dios?
¿Confías plenamente en Él?
¿Tomas un tiempo a diario, para meditar en sus promesas?
Oración:
Amado Padre celestial, probablemente lo he intentado todo, pero nada parece funcionar.
Alimenta mi fe a través de tu palabra, que ella me desafíe a creer en ti.
Que a través de esas maravillosas páginas, pueda conocer lo profundo de tu amor y los planes asombrosos que tienes para mí.
Creo que una palabra tuya bastará.
Gracias Señor Jesús.
Amén.
¡Mi oración para ti hoy es que puedas desarrollar una fe inquebrantable en su nombre!
Dios te ama profundamente.
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesucristo vino a sanar, ese era uno de los sellos característicos de su ministerio. El poder brotaba de sus manos. La autoridad, misericordia y amor eran parte de su día a día. Pero, ¿ésto solo era para aquellos tiempos? En este devocional de cinco días, conoceremos profundamente al autor y consumador de nuestra fe, a Aquel que hace posible, lo imposible.
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Nos gustaría agradecer a Myleinn Barahona por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://myleinnbarahona.wordpress.com/