Una Vida De OracionMuestra

Reconócete como hijo.

Todo lo antes mencionado en el transcurso de esta serie es sumamente poderoso y necesario. Pero lo más poderoso, cuando a la oración se refiere, es que no vas hablarle a cualquiera, sino a tu Padre.

Él es nuestro Dios, nuestro Redentor, nuestro Protector, Proveedor, Amigo y todos los términos que quieras. Pero por encima de todo eso, es nuestro Padre por medio de Jesucristo.

Es necesario tener esa certeza, pero también reconocernos a nosotros mismos como hijos. Por eso la oración del Padre nuestro comienza así como su nombre lo dice. Porque es necesario que nos reconozcamos como hijos y entendamos que tenemos derecho a todos los recursos del Padre, sin limitaciones.

Otro factor que comprendemos al reconocernos como hijos, es que no siempre vamos a obtener del Padre lo que queremos, pero siempre vamos a recibir lo que necesitamos. Un Padre quiere lo mejor para sus hijos y eso conlleva que nos exima muchas veces de cosas que pensamos que son las adecuadas pero que Él ve más allá e impide que las recibamos.

En fin, reconocernos como hijos nos abre los ojos a todos los beneficios y privilegios que tenemos mientras oramos. Pero también, nos nivela en su buena, agradable y perfecta voluntad que siempre prevalecerá sobre todas las cosas. ¡Eres hij@, ora a tu Padre!

Edward Tavárez