Una Vida De OracionMuestra

Que los tuyos sepan que tú oras.

Mentoría no es lo que le demandas hacer a los tuyos, es lo que le modelas. Jesús es el Mentor de mentores y siempre repetiré que Él nunca demandó hacer algo a Sus discípulos que primero no lo vieran hacerlo.

Así, como oraba en lugares apartados para estar a solas con el Padre, también oraba dónde Sus discípulos pudieran verlo. De no ser así, nunca habría provocado en ellos la curiosidad de experimentar su propia intimidad con Dios.

De igual manera, los tuyos deben verte como un ejemplo en la oración. Los tuyos son, tu círculo familiar y tus compañeros de ministerio. Si ese círculo de personas no hablan de ti como alguien que ora, entonces tienes que parar, iniciar o recuperar ese hábito en tu caminar con Dios.

No hay mejor desafío y mayor legado para ellos que verte como un hombre o mujer de oración. Hechos de los Apóstoles es fruto de ese desafío y legado que tomaron muy en serio los discípulos al ver a su mentor perseverando en la oración hasta el último día de Su vida como hombre mortal. Aun en su momento de mayor angustia oró y Sus discípulos fueron testigos. (Mateo 26:36-38)

Inspira, motiva y desafía con tus hechos, no con tus palabras.

Edward Tavárez