[Serie Conoce a Jesús] El Poder Del Nombre De JesúsMuestra

Estamos llegando al final de nuestro estudio sobre los nombres y títulos de Jesucristo. En este día nos detendremos a reflexionar sobre dos títulos que atestiguan del amor eterno de Dios por nosotros.

En el Nuevo Testamento Jesús es nombrado el Cordero de Dios en Juan (Jn. 1:29; Jn. 1:36), en Hechos cuando se cita la profecía de Isaías 53 (Hch. 8:32; Is. 53:7) y en la primera carta de Pedro (1 Pe. 1:19). Apocalipsis describe a Jesús como el Cordero que fue inmolado (Apoc. 5:6, 12), siendo este el título más recurrente de Jesucristo en dicho libro. Jesús recibió este título por Su obra de redención en favor de la humanidad. Él se entregó como sacrificio perfecto para la salvación de Su pueblo. Este título también habla de la pureza e inocencia del Señor que se entregó voluntariamente para morir en nuestro rescate. “Inmolado” significa “masacrado y violentamente mutilado”. Este título nos recuerda el alto precio que pagó el Señor por el perdón de nuestros pecados.

Pero también el Cordero es el Buen Pastor de los creyentes, como lo describe Juan en el majestuoso cuadro de Apocalipsis 7. Al entregar Su vida en rescate de Su pueblo, Jesucristo se constituyó en el Buen y Fiel pastor de Sus ovejas. Él es el Pastor que da Su vida por Sus ovejas (Jn. 10:11). El Pastor que conoce y se deja conocer por Sus ovejas (Jn. 10:14). El Pastor que habla y dirige a Sus ovejas con la seguridad de que nadie las podrá arrebatar de Su mano (Jn. 10:27-28). Jesucristo es el Pastor de nuestras almas y nuestra seguridad eterna.

Tanto los nombres como los títulos de Jesucristo que hemos estudiado juntos en estos días nos recuerdan del amor en acción de Jesús por nosotros. Su amor tomó forma de cruz. Es importante que entendamos quién es Jesús y qué hizo por nosotros a fin de poder entender quiénes somos en Jesús y qué debemos hacer por Él.

Para Reflexionar:

¿Cómo ha afectado el conocimiento de los nombres y títulos de Jesucristo tu manera de orar y servirle?

Oración:

Amado Señor, gracias por revelarnos quién eres y lo que has hecho para rescatarnos. Ayúdame a afirmar mi fe en Ti hoy y a vivir para Tu gloria, honra y servicio. En tu nombre Jesús, amén.