[Serie Conoce a Jesús] El Poder Del Nombre De JesúsMuestra

El testimonio de la Biblia afirma que Jesucristo es Dios. Él es la segunda persona de la Trinidad y, como tal, debe ser reconocido, comprendido y adorado como Dios. El escritor de Hebreos cita el Salmo 45 a la hora de evidenciar la divinidad de Jesucristo (Sal. 45:6-7). En Hebreos 1:8 el Padre mismo llama a Jesucristo Dios. El Señor Jesús comparte así el gobierno divino de la creación (“trono”) siendo el mismo por los siglos de los siglos (lo que es una referencia hacia Su eternidad e inmutabilidad).

Además de Dios Padre, cinco de Sus apóstoles y seguidores llamaron a Jesucristo Dios, reconociendo así Su divinidad. Estos fueron: Juan (Jn. 1:1), Mateo (Mt. 1:22-23), Tomás (Jn. 20:28), Pedro (2 Pe. 1:1) y Pablo (Ro. 9:5).

Es importante que no confundamos los títulos del Señor Jesucristo (que estudiaremos en los días siguientes) con Sus nombres personales dado que estos nos revelan diferentes aspectos de Su ser y misión mientras que Sus títulos nos demuestran diversas características de Su obra.

Tradicionalmente se considera que los nombres del Señor son solo dos, “Jesús” y “Emanuel”, pero, esto no hace justicia a la unión de sus dos naturalezas. Aún “Emanuel” no pareciera ser un nombre que la iglesia primitiva haya adoptado dado que el mismo no aparece en ninguna otra parte del Nuevo Testamento más que en la interpretación que le otorga Mateo en Su Evangelio (Mt. 1:23). Por ello, a los fines de reivindicar la importancia de la naturaleza divina del Señor, el Nuevo Testamento asigna a Jesús dos nombres que en el Antiguo Testamento solo habían sido reservados para el Dios de Israel. Como hemos aprendido, estos son “YHWH” (el “Yo Soy”) y “Dios”.

Para Reflexionar:

¿Cómo crees que el conocimiento de los nombres del Señor Jesucristo te ha ayudado a comprender Su identidad?

Oración:

Jesús Amado, te pido que sigas revelándome Tu identidad, Tu misión y Tu obra. Que el conocimiento de Tus nombres y lo que estos significan me lleven a comprender quién eres y así profundizar mi relación personal contigo. Amén.