Sanidad social en un mundo instantáneoMuestra

No solemos pensar en cuán profundamente social es Dios. Por toda la eternidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han compartido comunión, comunidad y comunicación entre ellos.

Hechos a Su imagen, también somos sociales. Pero desde que una serpiente se unió a nuestra red social, hemos sido propensos a dañar nuestras comunidades tanto como las ayudamos. Es por eso que nuestras formas actuales de redes sociales requieren sabiduría para navegar. La Biblia nos recuerda que la sabiduría comienza en un lugar muy específico:en el temor al Señor.

Fue el temor del Señor lo que Adán y Eva perdieron de vista en el jardín. Cuando la serpiente le sugirió a Eva que comiera del fruto prohibido, le prometió un beneficio sumamente extraño:serás como Dios(Gen.3:5)

Lo que la serpiente ofreció fue conocimiento que haría que los humanos noreflejen a Dios, sino querivalizaran con él. A lo largo de la historia, los humanos han luchado con este pecado original. No somos diferentes.

• Las redes sociales pueden hacernos sentir que no cambiamos, mientras que en realidad somos fácilmente influenciables.¿Cuánto de tu despensa o armario fue inspirado por otra persona?. Dado que eso es cierto, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestras influencias sean buenas y verdaderas?
• Las redes sociales pueden hacernos sentir que estamos escapando del tiempo; en realidad, tenemos una cantidad limitada. Y todo el tiempo que pase en las redes sociales se perderá ahí.
• Ellas pueden hacernos sentir que podemos estar en todas partes, saberlo todo, ser amigos de todos. Pero estamos limitados a un cuerpo y un lugar. Solo podemos sostener un número limitado de relaciones. Si alguna vez te has sentado en una habitación llena de personas que han dejado de conversar entre sí para mirar sus teléfonos, puedes relacionarte con las palabras del profeta Isaías: “Se alimentan de cenizas; se dejan engañar por su iluso corazón; no pueden salvarse a sí mismos, ni decir: "Lo que tengo a mi diestra es una mentira!” (Isaías 44:20, NVI).

Con nuestra identidad como portadores de una imagen, no un Dios Inmutable, Atemporal y Omnipresente, firmemente a la vista, somos libres de participar en las redes sociales de maneras que no definen quiénes somos o por qué estamos aquí.

Entonces, la pregunta es, ¿cómo podemos utilizar las redes sociales de manera que nos haga parecernos más a Cristo?

Dios ha prometido sabiduría a los que la piden. Preguntemos expectantes, como aquellos cuya presencia social ordenada por Dios está hecha a la medida para una influencia de significado eterno.