“Palabras Con Poder”Muestra

"Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció el Señor y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso” Génesis 17:1 PDT

En innumerable cantidad de veces he escuchado decir "Dios me dijo" o "El Señor me mostró". No dudo que eso pueda ocurrir de manera excepcional, pero después de contar lo sucedido, las personas siguen siendo las mismas y no hay mayor cambio ni en los intereses ni en las actitudes; algo ahí no me calza y la experiencia queda infructuosa, más efecto de la emoción que de la verdadera intervención divina.

Lo sucedido a Abram no es una de tantas otras experiencias, es asombrosamente maravillosa, porque simplemente se recalca "se le apareció el Señor y le dijo"

"Se le apareció el Señor y le dijo" es una intervención concreta del Dios Eterno que no sólo es capaz de manifestarse o mostrarse sino de hacer oír sus palabras con poder. Es que Dios bien sabe que para algunos ver una imagen aclara el concepto, pero también sabe que otros comprenden de buenas a primeras si tan solo escuchan; pero como Él es altamente pedagógico junto con la imagen acompaña el habla para llamar no sólo la atención del receptor sino que capte el sentido completo del mensaje.

"Se le apareció el Señor y le dijo" es el sobrado argumento para tener convicción que es una intervención divina, que tiene una intencionalidad para que haga algo o deje de hacerlo, para que me mueva en una dirección y no en otra, para que calle en vez de hablar, para que avance o me detenga.

"Se le apareció el Señor y le dijo" echa por tierra todas esas vivencias emocionales donde se aseguró ver algo de Dios o escuchar algo de Dios. Aquí queda por sentado que todo lo que creemos ver como de Dios, si no tiene un dicho del Eterno, es sólo un engañoso espejismo en pleno desierto y lo que resulta ser más alarmante es que si no genera algún impacto y consecuente acción, de nada vale jactarse de ello.

"Se le apareció el Señor y le dijo" nos muestra lo que es verdaderamente relevante, no se trata de lo que hace el patriarca por Dios, sino de lo que Dios le hace y le dice al patriarca y como esto lo afecta e impulsa.

No olvidemos que el Eterno ya había hablado al patriarca y lo impulsó a moverse, por cierto, el movimiento, la acción siempre trae un fruto y así lo entendió el patriarca.

"Se le apareció el Señor y le dijo" es una advertencia para no engañarnos, Dios no duerme ni está encerrado en algún edificio; hoy más que nunca está vigente y sigue poniéndose frente a nosotros y hablándonos en nuestro idioma y dándose a entender usando imágenes - que bien pueden ser personas, música, el arte, etc.

"Se le apareció el Señor y le dijo" nos habla del encuentro que el Eterno le hace al patriarca, encuentro que se repite cada día que te topas con algún niño que te sonríe, el mendigo que te solicita dinero, ése amigo al que se le ha quebrado el matrimonio, la mujer que ha abortado, etc.

"Se le apareció el Señor y le dijo" es una llamado de atención para abrir nuestros ojos y oídos, dejar de lado al mismo tiempo los prejuicios que nos obstaculizan el avance y los paradigmas que nos condicionan a una rígida forma.

El que se aparece y habla aquí no es el limitado patriarca, sino Dios mismo, lleno de autoridad y vasto poder y que no necesita ni apoyo ni asistencia. Por lo tanto, bien haremos en contemplarlo como Él es y no como imaginamos que es y que escuchemos lo que Él tiene que decir y no lo que deseamos oír.

Dios, mis amigos, tiene mucho que decir todavía, y espera que le veamos con claridad y lo escuchemos con atención y una vez que eso suceda, finalmente actuemos en una consecuente humildad y obediencia porque sus palabras tiene poder y tanto poder que generan vida, levatan la esperanza, nutren la fe y acrecientan el amor.