“Palabras Con Poder”Muestra

"El Señor Dios llamó al hombre" Génesis 3:9 PDT

De alguna u otra manera, Dios se acerca al hombre, lo hace en diversas ocasiones y utilizando diferentes medios, pero siempre son medios que logramos percibir.

"El Señor Dios llamó al hombre" muestra en una rápida lectura el intento de comunicación por parte del Creador, hay un interés de Su parte por relacionarse contrario al hombre que previamente se ha escondido tras los arbustos de las típicas excusas como "no tengo tiempo", "no estoy preparado", "no tengo ganas".

"El Señor Dios llamó al hombre" es el intento de diálogo, es la búsqueda del padre preocupado por un hijo herido, extraviado, enfermo o triste. Este llamado habla tan bien del Creador, de su absoluta preocupación, de su abnegado interés por el ser humano, contrario a la idea que ha echado raíces en la imaginación de muchos, que Él sólo busca para castigar severamente.

"El Señor Dios llamó al hombre" con una voz firme para que se escuchara en el lugar y condición donde su interlocutor estuviese, pero también lo hace con voz dulce para dar confianza y seguridad a ese amado hijo que no está tan disponible como antes.

"El Señor Dios llamó al hombre" con fines terapéuticos, es que Su Palabra trae plena restauración cuando es bien entendida. Me detengo aquí y me pregunto ¿cómo es que llegamos a pensar que Dios llama al hombre para condenarlo de entrada? Este ha sido por décadas el mal entendido generalizado que se ha sembrado en las mentes de los seres humanos y por eso se resisten a ese llamado.

"El Señor Dios llamó al hombre" para platicar amenamente, para conocer de su boca el problema y buscar una solución. Él partió buscando, pero al no ver a primera vista al hombre, lo llama. No emite un sonido, no silba ni aplaude, Él emite palabras audibles, entendibles, demostrando con ello que lo busca para relacionarse como siempre ha sido.

"El Señor Dios llamó al hombre" porque es de Su interés tenerlo cerca, es Su propósito mantener ese vínculo de amor que los une. Lo llama para calmarlo, secar sus lágrimas, mitigar los miedos y juntos con la verdad en la mesa platicar cara a cara.

"El Señor Dios llamó al hombre" es la acción que refleja un corazón bondadoso que desborda en incondicionalidad, capaz de pasar por alto los errores una vez que éstos se reconocen.

"El Señor Dios llamó al hombre" para activar con Su palabra acciones que respondan a ese llamado: atención para escuchar, disposición para oír, prontitud para acudir, honestidad para reconocer y humildad para recibir Su amor y ayuda.

Hoy como antes, el Señor Dios también nos llama.