VOLVER A LA BIBLIA

Si pudieras recordar la primera palabra que dijiste cuando eras tan solo un bebé, seguramente la hubieras guardado toda la vida en tu corazón. Según un artículo de la página www. kidshealth.org, los pediatras recomiendan que para tener una buena estimulación del lenguaje, se debe repetir al bebé constantemente palabras, dándole una asociación a un objeto, lugar o persona y de esta forma él o ella, empiezan a comprender y crear un conocimiento con un referente; por ejemplo, al escuchar la palabra papá reconocerá al papá, la palabra tetero entenderá por el objeto que es y a medida que va creciendo en cada situación, estado o momento de la vida, le asignará una palabra específica.

Con base en esto, el objetivo es que puedas identificar momentos felices, en los que le asignes una palabra “buena” que te traiga alegría, como un buen día, un milagro o un día soleado y esto te sirva para recordarlos en momentos difíciles de tu vida.

También, que puedes pensar en aquellas situaciones, en las que por el contrario las cosas no te resultaron como esperabas y que por completo te derrumbaron, como una enfermedad, una pérdida o un mal momento que te generó tristeza, depresión y construyeron en ti palabras que al repetirlas una y otra vez, audible o mentalmente crearon grandes fortalezas en tu vida (Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas; Josué 1:9 NVI).

Así como un bebé oye la voz de sus padres para guardar las palabras y aprender de ellas, necesitas seguir escuchando la voz de tu Padre, el Dios que te creó. En el Salmo 119:160 dice: “La suma de tus palabras es la verdad” (NVI). Cada vez que leemos la Biblia nuestras mentes son transformadas mediante Su verdad, que es la Palabra de Dios, en cada momento de nuestras vidas es necesario y valioso que puedas acercarte a ella, nunca es tarde.

La Palabra de Dios, no es un libro normal, es el libro donde conoces a un Dios asombroso y amoroso. Mientras más lo conoces a Él, encuentras sentido y propósito; las erróneas fortalezas de tu vida son derribadas a la luz de Su verdad. Para cada situación encontrarás una respuesta: en la enfermedad conoces a un Dios sanador, Dios de milagros; en la ansiedad y la angustia, Él está al cuidado tuyo y te da Su paz. Lee Su palabra para tener sabiduría, la cual te guiará para hacer su voluntad.

Hoy, la invitación, es a que vuelvas a la Palabra de Dios. En este tiempo de devocional, cada versículo que leas, guárdalo en tu corazón y todo el tiempo piensa en él, repítelo una y otra vez, en la madrugada, en la tarde y a la hora de dormir, hasta que éste sea una fortaleza en tu vida. En Proverbios 4:21-22 dice: “No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón, ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo” (NVI).

Diariamente necesitamos leer la Biblia, es nuestro alimento espiritual. En oración, pídele al Espíritu Santo, que te ayude a entender lo que estás leyendo, toma notas de lo que Dios te está hablando, memoriza lo que lees, esto trae vida, verdad y salvación.

Para que sea práctico en tu vida comienza con estas tres preguntas: ¿Qué dice?, ¿Qué significa? y ¿Qué aplicación tiene para mi vida? Disfruta de Su Palabra todos los días.

Que la primera palabra que pronuncies y pienses en el día, sea la Palabra de Dios.

¿Qué palabra se ha convertido en un gigante negativo en tu vida?