A La Espera Del MilagroMuestra
El que nos cuida no duerme
Dios es nuestro Padre. Es una verdad que en algunos momentos podemos olvidar, o incluso, se nos hace difícil comprender. Pero si eres padre, tal vez puedas entender un poco mejor lo que Dios siente y hace por nosotros como sus hijos.
Hace algún tiempo mi hija estuvo gravemente enferma en el hospital por diez días. Tenía sólo dos años y mi esposa y yo ya teníamos varias noches sin dormir, porque debíamos tomar los signos vitales de la niña periódicamente: saturación de oxígeno, presión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, temperatura, entre otras cosas.
En una de esas madrugadas había llegado el momento de ponerle su tratamiento antibiótico por vía intravenosa. Este era colocado en una solución que se administraba gota a gota hasta que se vaciaba el contenido, y tú como su enfermero y papá de guardia, debías estar pendiente que la niña de ninguna manera se moviera o quitara la vía para que el tratamiento pasase a su organismo en el tiempo previsto por los médicos.
Lo cierto es que eran las tres de la madrugada y de estar viendo por más de una hora la gotita caer y caer, no aguanté más y me quedé dormido completamente por más de media hora.
Al despertar me sentí tan mal por no haber sido "un padre responsable", por todos los riesgos que mi hija corrió con esas agujas a su alrededor y por un tratamiento que significaría su mejoría y no había pasado por la vía en el tiempo previsto, gracias a mi descuido.
Lloré mucho mucho al pensar que había dejado de cuidar en un momento tan importante a alguien que amaba y que "dependía de mí". Hasta que Dios me recordó que «el que nos guarda no se duerme ni se adormece» (Salmos 121:3-4).Aunque yo me dormí porque mi cuerpo no aguantó más, Él no lo hizo.
El que nos cuida no duerme ni se adormece. Dios no se cansa de velar por el bienestar de sus hijos, aún en los momentos de mayor dificultad.Así que pude descansar poniendo la vida de mi hija en Sus manos. Y también entendí que ese mismo cuidado lo tiene por mí como su hijo. Sus ojos siempre están abiertos para guardar nuestras vidas.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Qué pasa cuando el sueño anhelado se tarda? ¿Qué hacemos mientras el milagro no llega? En este plan devocional de 7 días, les compartiremos algunos de los momentos más difíciles de nuestra historia familiar. Situaciones en las cuales el poder de Dios se vió manifestado y en las que Su palabra fue nuestro refugio.
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Nos gustaría agradecer a El Mensaje Comunicaciones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://testificamos.com/