A La Espera Del MilagroMuestra
Un equipo espiritual
Unas de las primeras noticias difíciles de digerir al nacer nuestra hija fue que una de las arterias principales del corazón que envía flujo de sangre a sus pulmones era demasiado ancha.
Tenía menos de un mes de nacida y ya los médicos consideraban que debía ser operada para colocar una “banda” alrededor de la arteria pulmonar. Debía tomar diuréticos y antihipertensivos que además podían afectar su estómago por su condición de prematura.
Como misioneros habíamos conocido a un Dios de milagros en cuanto a nuestro sustento y provisión económica, pero al parecer Él deseaba que entráramos en una “nueva materia” de aprendizaje.
Lo primero que entendimos es que debíamos reforzar el equipo que intercedía por la obra de Dios en mi hija. «Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mateo 18:19-20).
Así que decidimos escribir y llamar a personas que considerábamos “guerreros de oración” para ser parte de un grupo en el cual dábamos noticias de los avances y las principales motivos por los cuales interceder.
Hoy consideramos que esa acción fue fundamental. La primera sensación que cambió fue el hecho de que no estábamos solos en todo esto que nos acontecía. No solo oraban sino que también nos animaban y alentaban.
Mientras nosotros estábamos en el frente de batalla, ellos eran como un gran ejército que traía las provisiones, recargaba las municiones y atendía a los heridos.
Fue sorprendente poder contarles que luego de una semana Dios habías creado una pequeña masa de carne que se podía ver en los ecos, la cual hacia la labor de la “banda” que de manera artificial habrían tenido que ponerle.
La bendición no solo se extendió a nuestras vidas sino también a la de todos aquellos que habían sido parte de aquel pequeño gran milagro.
Y tú, ¿has pensado en pedir a otros que oren por tu situación? ¿Te has planteado la oportunidad que tienes de que otros conozcan y sean animados por lo que Dios puede hacer?
Podemos confiar que ese Jesús de milagros «no cambia» (Hebreos 13:8), y que hoy sigue teniendo el mismo poder y el mismo deseo de glorificar al Padre.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Qué pasa cuando el sueño anhelado se tarda? ¿Qué hacemos mientras el milagro no llega? En este plan devocional de 7 días, les compartiremos algunos de los momentos más difíciles de nuestra historia familiar. Situaciones en las cuales el poder de Dios se vió manifestado y en las que Su palabra fue nuestro refugio.
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Nos gustaría agradecer a El Mensaje Comunicaciones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://testificamos.com/