En El Principio: Un Estudio en Génesis (Cap 1-14)Muestra

¿Cómo es que Dios construye relaciones?

A lo largo del Antiguo Testamento, se hace referencia al concepto de pacto relacional en varios términos, pero el principal es jeséd, especialmente en los Salmos.

Jeséd se traduce típicamente como “amor” y, a veces, como “misericordia” (NOTA: Sal. 23:6). Sin embargo, jeséd tiene una definición mucho más estrecha que la que transmite el término en español “amor”. Jeséd se refiere a una clase de amor que ha sido prometido y que es debido, el amor de pacto, como en Oseas 11:1: “Desde que Israel era niño, yo lo amé; de Egipto llamé a mi hijo”.

El amor del pacto es el amor que Dios prometió a su pueblo, y que ellos, a su vez, debían responder de la misma manera, amando a Dios con todo su corazón, mente y fuerza.

En Génesis 9, la relación de pacto de Dios con su pueblo a través de Noé a menudo se conoce como el Pacto de Noé. Después de que pasara el diluvio, la tierra apareció fuera del agua como en los días de la creación para Adán. De esta manera, el relato de Noé en muchos sentidos se hace eco del relato de Adán con una especie de nueva creación, nueva humanidad y nueva caída. Las conexiones entre Adán y Noé son muchas, entre ellas:

• tanto Adán como Noé son los padres de toda la humanidad que descienden de ellos.

• ambos mundos surgen de un caos acuático.

• se dice que ambos hombres llevan la “imagen de Dios”.

• ambos hombres “caminaron con Dios”.

• ambos hombres gobernaban sobre los animales.

• ambos hombres reciben el mandato cultural de aumentar en número y gobernar la tierra.

• ambos hombres trabajan la tierra.

• ambos hombres pecan contra Dios.

• ambos hombres experimentan una desnudez vergonzosa después de su pecado

• ambos hombres tuvieron su desnudez cubierta.

• ambos hombres estaban en un pacto con Dios (el pacto de Adán se encuentra en Oseas 6:7).

• ambos tienen tres hijos que se mencionan por nombre.

Dios hizo un pacto con Noé en Génesis 9:1-17 que estaba destinado a todos los pueblos de la tierra. Dios prometió que nunca más enviaría un diluvio cataclísmico y que las estaciones continuarían por la provisión de Dios. En este pacto vemos que la respuesta de Dios al pecado humano sería un pacto de gracia, comenzando con Noé. La señal del pacto era el arco iris para recordar al pueblo de Dios su promesa de no volver a inundar la tierra, y puede haber sido un recordatorio de un antiguo guerrero que cuelga su arco después de una guerra como señal de paz. A través del pacto, Dios restauraría sus intenciones de bendecir a las personas, ya que se les ordena que sean fructíferos y se multipliquen (1:28, 5:2, 9:1).

En Génesis 9:18-28, Noé se emborracha y desmaya desnudo en su tienda como un campesino desvergonzado que está de vacaciones. En la historia de Noé, tenemos una especie de segunda caída en la que Dios vuelve a empezar con Noé, que al igual que como Adán pecó. El punto es simplemente que el pecado sigue siendo el problema humano para todos, incluso después del diluvio, lo que prepara el camino para que Jesucristo descienda para salvar a los pecadores.

Génesis 9:25-27 retoma la declaración de Noé de maldición y bendición dirigida a sus hijos.

Por último, Génesis 9:28-29 retoma la genealogía de 5:32 cuando Noé muere y la raza humana nuevamente comienza a crecer y a expandirse, aunque sigue siendo pecadora y necesitada de Dios, que es un mejor Padre que Noé, con un Hijo que es superior a los hijos de Noé.

Pregunta:

1. ¿Cómo ha visto a Dios ser fiel a tu familia, a pesar del pecado y la necedad, como lo fue con Noé y su familia?