En El Principio: Un Estudio en Génesis (Cap 1-14)Muestra

¿Por qué las familias son tan dolorosas?:

La Biblia es el libro más honesto jamás escrito, y sólo unas pocas páginas nos da un relato honesto de cómo el pecado hace que las relaciones familiares sean tan dolorosas. No mucho después de que Dios dijera que todo era “muy bueno” cuando terminó su creación, todo salió muy mal, comenzando por el primer matrimonio y los primeros hermanos. En diversos grados, todos hemos sentido de primera mano este dolor particular de la caída. A menudo, son nuestros familiares más cercanos los que causan nuestros dolores y problemas más profundos.

Este episodio de Génesis muestra la rapidez y la tragedia con que el pecado de Adán y Eva se extendió a sus hijos. Es importante destacar que este texto también nos muestra que los primeros hijos en la historia del mundo nacieron después de la caída, lo que significa que todo ser humano fue concebido a partir de entonces con una naturaleza pecaminosa, sin excepción.

El relato comienza con Eva probablemente presumiendo de que, aunque ella trajo el pecado y la muerte al mundo, también lo arreglaría al dar a luz a su hijo Caín, con lo que pensó erróneamente que cumpliría la promesa de redención a través de un hijo, la promesa dada en Génesis 3:15, que en realidad era destinada para que Jesús la cumpliera muchos años después. Los hermanos Caín y Abel se dedicaron a la agricultura y al pastoreo de ovejas, ambos oficios honorables.

Los comentaristas bíblicos se han quedado perplejos al tratar de entender por qué Dios rechazó la ofrenda de Caín. Algunos han especulado que la ofrenda de Abel era un animal apto para el sacrificio, mientras que la de Caín no lo era y, por lo tanto, era una ofrenda inadecuada, lo que explica por qué fue rechazado por Dios. El texto de Génesis no dice que hubiera nada malo en ninguna de las dos ofrendas por cuatro razones. En primer lugar, trajeron “ofrendas” y no sacrificios como lo dice claramente el texto. Por lo tanto, la ofrenda de Caín fue apropiada. En segundo lugar, ambos hombres llevaron sus ofrendas a Dios, lo cual es apropiado. En tercer lugar, los dos hombres trajeron ofrendas acordes con su empleo, lo que también es apropiado. En cuarto lugar, ambos hombres trajeron “primicias”, lo que significa que era lo primero y lo mejor de su posesión, como es común en el resto de las Escrituras (NOTA: Éxo. 23: 15-19; Núm. 18: 12-13; Núm. 28:26; Dt. 26:1-11).

El problema con la ofrenda de Caín no era lo que traía en sus manos para ir a adorar a Dios, sino más bien lo que traía en su corazón, es decir, el pecado. Caín estaba celoso de su hermano (NOTA: 1 Juan 3:12) y pretendía adorar a Dios sin tener fe (NOTA: Hebreos 11:4). Esta sección del Génesis nos revela que la verdadera adoración debe proceder del corazón de alguien cuya fe está en Dios, de lo contrario, sus acciones son una ofensa para Dios. De la misma manera, un padre amoroso no se complace con un hijo de corazón duro, impenitent y obstinadamente infiel que busca manipularlo con un regalo simbólico.

Caín cedió a su ira, algo que Dios le había advertido que controlara, y asesinó a su propio hermano, Abel. Y, al igual que su padre Adán, cuando es confrontado por Dios, no se arrepiente y, en cambio, busca cubrir su pecado. Sin embargo, Dios nombró el pecado de Caín como lo hizo con el de su padre Adán y Caín respondió la reprimenda de Dios en Génesis 4:13. Y, la forma en que se interpreta este versículo determina cómo se debe entender el resto del capítulo.

En Génesis 4:13, Caín se queja a Dios por el castigo por asesinar a su hermano, a lo que Dios cedió y le perdonó la vida. O bien, Caín estaba lamentando la carga de su pecado, o arrepintiendose de su pecado al declarar que era más de lo que podía soportar para vivir. A la luz de la forma en que Dios y las personas responden a Caín a lo largo del resto de Génesis 4, el contexto de 4:13 hace que sea más probable que Caín se haya arrepentido de su pecado por tres razones, aunque es cierto que el texto no es claro al respecto. En primer lugar, Dios concede a Caín la gracia de perdonándole la vida y enviarlo a vivir a una ciudad de refugio (NOTA: Deuteronomio 19:1-14). Esto parece poco probable si Caín no solo asesinó a su hermano, sino que también mintió a Dios al respecto y se quejó de ser castigado sin haberse arrepentido. En segundo lugar, Dios puso una marca en Caín para notificar a otros que no le hicieran daño. Y, aunque no tenemos idea de lo que pudo haber sido esta marca, en efecto marcó a Caín como posesión de Dios para no ser dañado. Una vez más, este tipo de provisión en amor parece injusta, a menos que Caín se haya arrepentido de verdad. En tercer lugar, el capítulo concluye declarando que la gente de ese día comenzó a invocar el nombre del Señor, lo que parece indicar que simplemente estaban siguiendo el ejemplo de Caín, ya que él es el foco de ese capítulo.

Pregunta:

1. ¿Cómo estás haciendo para dar tus primicias al Señor con un corazón puro de adoración?