Jesús, La Promesa Del "Sukkot"Muestra

Nuestra Vida en Cristo Es Una Festividad
Como hijos de Dios, diariamente vivimos en festividad; porque diariamente Jesucristo es nuestra adoración. Él es el Tabernáculo hecho realidad en nosotros porque por el Espíritu que nos fue dado, podemos estar en comunión constante con Él y con nuestro Padre.
Diariamente vivimos el "Sukkot", la fiesta de los tabernáculos; entendiendo que ya fuimos lavados y purificados de nuestros pecados por el sacrificio que hizo Jesús en el madero, por quien tenemos entrada al Trono de la Gracia para la eternidad; por quien somos lavados y purificados, a través del poder de su Palabra que es vida para nosotros. Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote, por quien tenemos libre entrada ante la presencia de Dios.
Por Jesucristo, tenemos claro que diariamente debemos estar apartados para Él, para participar en comunión con nuestro Padre a través de su Santo Espíritu. Somos su templo y como templo de su Espíritu debemos procurar mantenernos limpios para que su presencia se avive en nosotros y la carne sea opacada por su presencia en nosotros.
Nuestra vida en Cristo es una festividad, estamos gozosos por lo que Él hizo en nosotros. Jesús ha sido la profecía, la promesa cumplida del "Sukkot", de la fiesta de los tabernáculos; Él nos ha dado la lluvia temprana y tardía, el Espíritu de Dios, la garantía de que Dios es nuestra cobertura, nuestra seguridad y nuestro respaldo eterno. ¡Aleluya! ¡Gloria a su Nombre!
¡Bendita promesa cumplida en nosotros, bendita Gracia que nos alcanzó!
Escritura
Acerca de este Plan

Comprenderemos a través de este plan cómo la promesa que se encuentra inmersa en el "Sukkot", fiesta de los tabernáculos, celebración del pueblo judío; es una realidad por misericordia de Dios, en nosotros los gentiles, injertados en el olivo de la salvación.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo/