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La arena de las circunstancias

Muchos estudiosos creen que el libro de Job es el más antiguo de los textos bíblicos. Si esto es cierto, la historia de Job sirve como una especie de prefacio al resto de las Escrituras. Nos prepara el escenario, por así decirlo, para leer las historias de la creación, la nación de Israel, sus reyes y profetas, y la vida, muerte y resurrección de Jesucristo.

Es una posibilidad poética porque Job aborda preguntas difíciles que todos nos hemos planteado en algún momento de nuestras vidas: ¿por qué permite Dios que ocurran cosas malas? ¿Por qué sufren los inocentes? ¿Qué beneficio hay para la humanidad en todos estos problemas? ¿Quiere Dios nuestro bienestar? ¿Es realmente bueno?

Al leer el libro de Job, es difícil no estremecerse cuando se permite que Satanás desempeñe un papel en las circunstancias de Job. Su permiso para alterar el mundo de Job nos toca muy de cerca. Todos hemos pasado por eso. Hemos dudado de nuestro Dios y de nuestra fe cuando no nos va bien en la vida. «Dios, ¿dónde estás ahora cuando más te necesito?».

A menudo olvidamos que Dios nunca prometió que no nos pasaría nada. Por el contrario, prometió estar con nosotros cuando pasáramos por las aguas, tomarnos de la mano y protegernos durante la adversidad para que camináramos por el fuego sin quemarnos (Isaías 43:2).

Tal vez, con este prefacio, Dios quiere comunicar que la verdadera batalla por la humanidad tendrá lugar en la arena de las circunstancias. Satanás y sus secuaces estarán allí. También estarán el Padre, el Hijo y el Espíritu, que juntos crearon todas las cosas (Génesis 1:1-2, Colosenses 1:16). Pero en el centro del reparto del drama está la humanidad, con todas las debilidades e inclinaciones de la carne. Y la tensión del drama es esta pregunta: «¿Qué elecciones hará el ser humano?».

Es una pregunta tan relevante para nosotros como lo fue para Job. El mundo ha sido creado. El tablero ha sido colocado y los jugadores están en posición. ¿Qué elecciones haremos en el mundo de la oportunidad que se nos presenta? ¿Elegiremos acudir a la verdad de Dios o elegiremos ceder a las mentiras de Satanás?

Señor, por favor ayúdame a mantener tus verdades en mi corazón y guíame para que pueda tomar las decisiones correctas.