Dios tiene un propósito único para cada uno de nosotros

Por Mirely Maldonado

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”—Efesios 2:10 (NVI).

“¿Para qué estoy aquí?” Seguro que nos lo hemos preguntado antes, y tal vez te lo estás preguntando ahora mismo.

Lo que hacemos con nuestras vidas es tan importante que puede pesar mucho en nuestra mente y en nuestro espíritu. Queremos estar seguros de tomar las decisiones correctas; no queremos fracasar y deseamos tener impacto. A veces necesitamos la respuesta a esta pregunta, y la queremos/necesitamos AHORA.

Pero ¿quién nos da esa respuesta? ¿Quién nos conduce a escoger nuestra visión y misión personal para lo que serán nuestras vidas? Sé cual es la "respuesta cristiana", pero al analizar profunda y verdaderamente cómo es en nuestras vidas, sabemos que, además de Dios, hay otras influencias que tienen un fuerte efecto sobre lo que elegimos hacer. Algunas son obvias, familia, amigos, consejeros. Pero otras no son tan obvias, personas exitosas que vemos en los medios, vecinos que parecen tenerlo todo, influencers o personas que seguimos en redes sociales; incluso asuntos destacados en las noticias pueden inducirnos a ser parte de algún movimiento. Algunos pueden parecer sabios o bien intencionados, pero hay ocasiones en las que aprendemos de manera difícil, que solo porque suena "bien" no significa que es la voluntad de Dios para nuestras vidas.

La escritura de hoy nos recuerda que somos Su creación. Recordemos que en Génesis 1, cuando Dios creaba algo, lo llamaba "bueno". Pero entonces, el pecado llegó, y Su creación ya no fue tan "buena". Sin embargo, ¡no somos inútiles! Porque, como podemos ver en el versículo de hoy, fuimos "creados en Cristo Jesús para buenas obras". La palabra original para "buena" en este versículo es la palabra griega agathos, que significa "agradable, útil, excelente, correcto, honorable, etc". Y es en la unión con nuestro Mesías, el que nos salva de nuestro pecado, que podemos encontrar nuestro verdadero propósito, hecho a la medida para "buenas obras" que "Dios dispuso de antemano a fin de que las pusiéramos en práctica”.

Dios no siempre muestra cuáles son Sus planes para nosotros, como cuando le dijo a Jeremías que sería un profeta para las naciones (Jeremías 1:5) o cuando ungió a David (1 Samuel 16:13) trece años antes de convertirse en rey (2 Samuel 5:4).

Algunas veces, es un viaje en que día a día vas descubriendo y comprendes lo que Él tiene preparado para ti. Su camino y Su propósito son únicos, como tú.

Pausa: ¿Qué voz o voces buscas y escuchas más que la voz de Dios, tu creador, para obtener guía?

Práctica: Lee Romanos 8 y pide ayuda a Dios para comprender lo que Él está tratando de decirte sobre tu propósito en ese capítulo.

Ora: Querido Señor, algunas veces me pregunto por qué estoy donde estoy o lo que debo hacer. Ayúdame a buscarte y a confiar en Ti por sobre todo, y a seguir el camino que has puesto delante de mí para caminar esta vida en Cristo Jesús. Amén.