Príncipe De PazMuestra
Consejero y Dios fuerte
Me parece maravilloso que se nos hayan dado los nombres de aquel que comenzó su vida entre los hombres entre las pajas de un pesebre. Aquel niño que nació en un establo sin los lujos dignos del nacimiento de un hijo de un rey. Envuelto en pañales y acostado en un pesebre, así hizo su entrada a este mundo el Unigénito Hijo de Dios.
Y trajo paz, la paz que sobrepasa todo entendimiento. Una paz desconocida por este mundo que se ha empeñado en permanecer en la oscuridad a pesar de que luz resplandeció para ellos. Ese niño creció y su sabiduría también. Sus palabras han sido consejo para miles y miles de personas durante más de dos mil años. Todos aquellos que hemos escuchado sus palabras y las hemos guardado en el corazón tenemos la bendición de beneficiarnos de sus consejos.
Cuando Jesús terminó de dar el sermón del monte, les dijo a los que escuchaban, “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mt. 7:24 Siendo Consejero por excelencia, sus palabras nos dan vida, nos guían, nos alientan y nos ayudan a vivir sabiamente cada día de nuestras vidas.
Pero Jesús no es sólo nuestro Consejero, Él es también Dios Fuerte. Su vida triunfante, el poder sobre la enfermedad, sobre la naturaleza, sobre toda potestad de maldad, la victoria alcanzada en la cruz, el poder de su resurrección son algunas de las expresiones de su naturaleza celestial.
Es el Cristo que habita en nosotros, el que está sentado a la diestra del Padre, el que vendrá con gran poder y gloria. Muchos siguen viendo a Jesús como un bebé en el pesebre, le hacen peticiones al niñito Jesús y no contemplan ni conocen al Consejero, al Dios Fuerte.
Es maravilloso que la navidad nos recuerde el pesebre, “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lc. 2:14 Ciertamente, es un tiempo hermoso para los que celebramos el nacimiento del Salvador cuyo nombre es Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Escrituras
Acerca de este Plan
La época navideña nos conduce al pesebre y a todo lo que allí ocurrió. En este plan nos moveremos del pesebre para ir al Cristo coronado de gloria. Celebremos esta Navidad con una visión más clara del Unigénito Hijo de Dios, cuya llegada fue anunciada por “una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz!”
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage