Cómo aplicar las Escrituras adecuadamente Muestra
Mirar con propósito
¿Cuál es el resultado de escuchar y aplicar la Palabra de Dios correctamente? ¿Qué le sucede a la persona que responde con fe, obediencia, acción y práctica? Santiago 1:25 dice: «Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace».
La forma en que miramos en la Palabra de Dios es fundamental.
La miramos detenidamente. Santiago usa la palabra parakuptó, que significa «inclinarse», para decir que un hacedor de la Palabra mira atentamente en la Ley perfecta. La misma palabra se usó para referirse a Pedro cuando se agachó para ver la entrada a la tumba después de haber corrido a ella porque las mujeres dijeron que el cuerpo de Jesús no estaba allí (Lucas 24:12). La misma palabra se usó también para describir el deseo de los ángeles de entender las cosas que pertenecen a la salvación (1 Pedro 1:12). Escuchamos de esta manera porque queremos obedecer cuidadosamente.
La miramos confiadamente. Este versículo dice que el que mira, contempla la perfecta Ley. Escuchamos la Palabra atentamente porque cumple con los más altos estándares; está completa, perfecta. No le falta nada. Es confiable e inmutable. Escuchamos con gran cuidado y pronta obediencia porque es la misma Ley de Dios. Pablo dice en 1 Tesalonicenses 2:13: «Así que no dejamos de dar gracias a Dios, porque al oír ustedes la palabra de Dios que les predicamos, la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que realmente es, palabra de Dios, la cual actúa en ustedes los creyentes».
La miramos alegremente. Es algo gozoso cuando miramos en las Escrituras la perfecta Ley de la libertad. Su sustancia y efectos son liberadores. Encontramos verdadera libertad en conocer y abrazar el propósito de nuestra existencia. Los principios del mundo llevan a la esclavitud, destrucción, angustia y tristeza. El camino de Dios es el camino de la libertad. El Salmo 16:11 dice: «Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre». 1 Juan 5:3 dice: «Sus mandamientos no son gravosos».
Cuando piensas que la Biblia te detiene de ser lo que te gustaría ser, hay esclavitud en tu alma. Cuando eres libre, puedes ver cuán maravillosa es su Palabra. Lo único que impide que la gente vea eso es el pecado. Cuando estamos libres de pecado, la Palabra de Dios se vuelve cada vez más dulce.
Acerca de este Plan
Dios nos dio su Palabra, no sólo para que la conozcamos, sino para que la vivamos. Debemos escuchar las Escrituras primero en su contexto y entorno apropiados para entender su significado. Una vez que entendemos el significado original, podemos aplicarlo a diferentes situaciones de nuestra vida. Adoramos a Dios cuando aplicamos los principios que Él nos da en su Palabra y Él nos bendice por ello.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.straighttruth.net/