Cómo aplicar las Escrituras adecuadamente Muestra
Comprensión del contexto
En 2 Crónicas 7:14, Dios le dice a Salomón: «…si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra». Sería una mala aplicación tomar ese pasaje y aplicarlo a nuestro país como si estuviéramos comparando manzanas con manzanas. Sin embargo, hay un principio de que cuando las personas se arrepienten de sus pecados, se encuentran con un Dios misericordioso.
Pienso en un pasaje de Proverbios 14 que aplica el principio de manera más amplia. «La justicia exaltará a cualquier nación. El pecado es la deshonra de cualquier pueblo». ¿Qué hay de malo en nuestro país? Nuestro pecado. Si Dios tuviera misericordia de nosotros y derramara sobre esta nación un espíritu de humildad, oración y arrepentimiento, indudablemente resultaría en una bendición que de otra manera no conoceríamos. Tomar el principio del arrepentimiento y la misericordia y aplicarlo a nuestro país es apropiado. Tomar el pasaje que se encuentra en 2 Crónicas 7:14 y decir: «Esa es una palabra para los Estados Unidos de América», es un malentendido.
Necesitamos escuchar estos versículos primero por lo que dijeron a los judíos en el momento en que fueron escritos. ¿Cuál era la situación, el contexto y la verdad? ¿Podemos encontrar un principio allí que podamos transferir a nuestras propias vidas y aprender algo? Lo mismo aplica cuando predicamos. No estamos viviendo en la ciudad de Roma. No estamos en el primer siglo. Sin embargo, cuando enseñamos sobre el libro de Romanos, encontramos que sus principios son eternos.
Lo mismo con el Salmo 127:1: «Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vigila el guardia». Escuchamos este pasaje en referencia a la iglesia, pero Salomón está hablando del Templo. Entender a qué se aplican esos versículos en su contexto es esencial. Debemos buscar primero captar el contexto para entender el principio y luego saber cómo podemos aplicarlo a nuestra situación actual. El Templo no es lo mismo que la iglesia. Pero el principio permanece, que es que cualquier cosa que intentemos hacer sin la bendición e instrucción de Dios y obediencia a él, es vanidad.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios nos dio su Palabra, no sólo para que la conozcamos, sino para que la vivamos. Debemos escuchar las Escrituras primero en su contexto y entorno apropiados para entender su significado. Una vez que entendemos el significado original, podemos aplicarlo a diferentes situaciones de nuestra vida. Adoramos a Dios cuando aplicamos los principios que Él nos da en su Palabra y Él nos bendice por ello.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.straighttruth.net/