Cómo aplicar las Escrituras adecuadamente Muestra

Transferencia de principios

A veces nos preguntamos si podemos aplicar versículos de la Biblia a una situación particular por la que estamos pasando, a pesar de que fueron escritos para otras personas en diferentes situaciones. La verdad es que podemos tomar cualquier principio de cualquier texto de la Escritura y hacer alguna aplicación de ese principio. Pero hasta que no consideremos el principio en su contexto original, no entenderemos su significado correctamente.

Usemos Deuteronomio 31:5–6 como ejemplo: «El SEÑOR los entregará delante de ustedes, y harán con ellos conforme a todo lo que les he mandado. ¡Esfuércense y sean valientes! No tengan temor ni se aterroricen de ellos, porque el SEÑOR tu Dios va contigo. Él no te abandonará ni te desamparará». Vemos al pueblo de Dios recibiendo instrucción de Dios sobre lo que deben hacer al enfrentar a sus enemigos. Él les insta a creerle y no tener miedo. Su presencia con ellos será suficiente.

Tenemos que escuchar la enseñanza de Deuteronomio 31:5-6 primero en este contexto, entendiendo que el pueblo de Dios está siendo llamado a hacer exactamente lo que Él les ordenó. Entonces podemos extraer el principio de que donde Dios ha hablado y dado instrucción, cuando lo seguimos, estamos en un terreno seguro. Cualquier cosa que Él nos enseñe, aunque tengamos miedo de vivirlo en este mundo, debemos hacerlo. No debemos tener miedo. Podemos caminar en lo que Dios nos ha dicho que hagamos y estar seguros. Necesitamos ser fuertes y valientes y obedecerlo porque confiamos en que Él es Todopoderoso, que todo lo sabe y que es totalmente bueno.

La frase «¡Esfuércense y sean valientes!», no tiene poder a menos que se entienda en el contexto original. Debemos partir de un lugar de obediencia y entonces podemos ser valientes, creer en Dios y caminar en lo que Él nos ha enseñado a hacer. Él nos dará una vida bendecida cuando hagamos eso.

Podemos tomar ese principio con un solo significado en el contexto original y aplicarlo a múltiples situaciones. Comprender el significado es muy importante, pero si nos enfocamos en el significado e ignoramos cómo vivirlo, malinterpretamos la razón por la que Dios nos dio su Palabra. Él nos dio su Palabra no sólo para conocerla, sino para vivirla.