[Sigue Caminando: El Poder De La Perseverancia] Perseverando en El DolorMuestra
El fracaso es mejor maestro que el éxito
El éxito y el fracaso son el resultado de tantos factores que no podemos culparnos ni jactarnos de nuestros logros. En ambos casos, tenemos mucho que aprender. El apóstol Pedro tuvo éxito cuando le dijo a Cristo que él era el Hijo del Dios viviente. Sin embargo, resultó avergonzado cuando, después de haber sido alabado por el Señor, fue reprendido y confrontado con el hecho de que Satanás acababa de hablar a través de él. Esto sucedió cuando le dijo a Jesús que no lo matarían. Una medida de éxito y una medida de fracaso moldearon el carácter del apóstol Pedro. La templanza o dominio propio, es uno de los frutos del Espíritu Santo y solo se adquiere a través de pruebas y tribulaciones. Este fruto del Espíritu es tan poco común y es lo que nos permite experimentar la paz de Dios en medio de los problemas. ¿No te gustaría tener la certeza de que todo estará bien mientras estás pasando por una tribulación? La templanza es ese regalo que te ayuda a experimentar la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.
Sabemos cómo fueron templados Moisés y Pablo. Después de que Moisés mató al egipcio, se enfrentó a un exilio muy largo, 40 años, después del cual se convirtió en el libertador del pueblo de Israel. Pablo tuvo una larga lista de cristianos a quienes persiguió, pero después de su conversión se convirtió en el arquitecto de la Iglesia. Ambos grandes hombres podrían haber vivido en la culpa, huyendo de Dios, pero Dios usó sus fracasos para llevarlos al arrepentimiento y restaurarlos a un llamado mucho mayor. No olvide que el llamado y los dones de Dios son irrevocables, porque él no retira lo que ha dado.
No te detengas en tus contratiempos o problemas. Dios los usa para desarrollar en ti la madurez espiritual; él incorpora tus errores en su plan para tu vida. A él no le sorprende lo bajo que has caído.
No le tengas miedo al fracaso; puede enseñarte mucho más que el éxito. El fracaso es más común en la vida. El éxito es a menudo el resultado de muchos fracasos. Dios los usa para purificarnos, pero también para restaurarnos y llevarnos a un terreno más elevado. El éxito te hace enorgullecerte de ti mismo, pero el fracaso te hace humilde porque tuviste que aprender a confiar en tu Señor a través del proceso. El fracaso es lo que realmente te elevó, lo que te llevó a un lugar más alto y mejor, el lugar de completa confianza en Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
En la vida, el fracaso es más común que el éxito. Dios usa las pruebas y el dolor para purificarnos, y también para restaurarnos y llevarnos a alturas mayores. El éxito nos hace sentirnos orgullosos, pero el fracaso nos hace humildes y mejor preparados para poder confiar en el Señor. El fracaso es lo que Dios usa para elevarnos a un lugar de completa confianza en él.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org/