MentalidadMuestra
Extirpe los malos pensamientos
Así como una persona que sufre un daño cerebral, parte del cuerpo o la totalidad de ella se paraliza quedándose minusválida, los malos pensamientos y la filosofía de vida negativa nos hacen minusválidos del fracaso y la frustración, y nos aleja de la vida feliz que Dios nos ha dado. Cuando los discípulos de Jesús subieron al templo a las 3 de la tarde, que era la hora de la oración, se cruzaron con un cojo de nacimiento. Pedro, mirándolo a los ojos, dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!” Repentinamente, cuando Pedro lo tomó de la mano, y lo levantó, los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza, dio un salto, se puso en pie, y comenzó a caminar. Luego entró al templo saltando y alabando a Dios. Se puede decir que el corazón es el que determina el destino del hombre. Por esta razón, Proverbios 4:23 dice: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”, y Mateo 8:13 dice: “¡Todo se hará tal como creíste!” ¿Qué significa esto? Esto quiere decir que la mentalidad es la fuente de la vida, y la vida se presenta tal como lo pensamos.
Debemos extirpar el nódulo del cerebro que nos lleva a la destrucción o a la parálisis total o parcial, a fin de poder experimentar el poder de Dios en nuestras vidas. Quiero presentar 6 elementos dañinos que debemos extirpar.
Ansiedad
Se puede decir que si alguien vive bajo ansiedad, ha perdido la felicidad en la vida. Cuando una persona ansiosa llega a casa, todos los integrantes de la familia se vuelve ansiosa a través de sus quejas y murmuraciones, asimismo, una persona ansiosa tampoco podrá difundir paz en la sociedad. Esta clase de gente provoca una reacción en cadena de la ansiedad.
Entonces, ¿cuál es la causa de la ansiedad? Quiero presentar dos razones.
Primero, las circunstancias producen ansiedad. Cuando una persona se siente incapaz de enfrentar una circunstancia, se vuelve ansiosa. Una persona se vuelve ansiosa cuando no puede, por ejemplo, solucionar un problema financiero o un problema que está por encima de cualquier esfuerzo humano. Cuando Jesús se levantó, y reprendió al mar, e inmediatamente, el viento se calmó y todo quedó tranquilo. Mirándolo a sus ojos, dijo: “¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe?” Note que Jesús no dijo: “Ustedes no tienen fe”. Esto se debe a que toda persona tiene fe, según la medida de fe que Dios le ha dado. Pero el fundamento de fe de los discípulos eran las circunstancias, los sentimientos y la emoción. La Palabra de Dios permanece para siempre, y no cambia jamás. Aferrarse a la palabra de Dios no es otra cosa que aceptar el pensamiento de Dios. Por tanto, si el fundamento de nuestro corazón es la palabra de Dios, mediante la fe, podremos dejar de estar ansiosos y preocupados a pesar de las circunstancias.
Segundo, el pecado produce ansiedad. La gente se vuelve ansiosa cuando peca, porque pierde confianza delante de Dios. El pecado aparta al hombre de Dios. Cuando Adán y Eva pecaron, no pudieron pararse delante de Dios. Génesis 3:10 dice: “Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí”. ¿Qué es lo que causo el miedo? El pecado, sin lugar a dudas. Adán y Eva supieron que estaban desnudos al comer fruto del árbol prohibido, y tuvieron miedo, por tanto, no pudieron pararse delante de Dios.
Soledad
La soledad es sentirse solo, y se caracteriza por ser ego-céntrica. Es querer recibir, y no dar. Es mantenerse indiferente a la felicidad de los demás. Cuando una persona se vuelve extremadamente ego-céntrica y no se interesa por la felicidad de los demás, entonces, se convierte en una persona testaruda y fría. Obviamente, nadie le da la bienvenida a esta clase de gente. Este comportamiento hace que la persona se centre aún más en su propia soledad, y termina en la destrucción. Dios no creó al hombre como un ser de soledad. Génesis 2:18 dice: “No es bueno que el hombre esté solo”, “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser”. Dios no quiso que el hombre estuviese solo, por eso, envió a predicar el evangelio en grupos de dos. El apóstol Pablo siempre estuvo acompañado de Bernabé. Luego de una disputa que tuvieron ambos, Pablo se juntó con Silas, y Bernabé con Juan Marcos.
Falta de decisión
La fe sin obras es una fe muerta. Cuando una persona duda, y vacila entre una y otra cosa, es una persona con falta de decisión. Esta clase de personas se caracteriza por la falta de responsabilidad, y teme al fracaso y al error. Hoy día, muchos fracasan por la falta de decisión. Llegan las oportunidades, pero lo pierden, porque no deciden qué hacer con sus vidas. Ante la duda o incertidumbre, debemos aferrarnos a Dios, y clamarle con todo el corazón. Entonces, Dios nos ayuda a tomar la decisión correcta. “Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace” (Santiago 1:6-8).
Ira
Tendemos a enojarnos con suma facilidad tanto en el hogar como en el lugar de trabajo. Creo que una de las mayores razones se debe a que no sabemos cuan destructiva es la ira. La ira no solo es perjudicial para la salud, sino también ciega el intelecto. “El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa” (Proverbios 19:11). “El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez” “(Proverbios 14:29). Además, la ira nos aparta del gozo de Dios. Esto se debe a que la acción de enojar es cometer el mal delante de Dios.
Frustración
Aquella persona que se frustra, concibe pensamientos negativos, habla negativamente, y actúa negativamente es definitivamente una persona llena de frustración. Una persona frustrada no vive la realidad creativamente, sino es pesimista, y tiene una autoimagen de desaliento y fracaso.
Auto-abandono
El auto-abandono que destruye nuestras vidas. Génesis 2:15 dice: “Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara”. El jardín de Edén no es otra cosa que nuestro corazón. En la antigüedad, la fuente de vida se encontraba en el Edén, pero en la actualidad, la fuente de vida se halla en el corazón. El Dios que había dicho al hombre que cuidara el Edén, hoy en día, nos manda a cuidar nuestro corazón. Es necesario que nuestros pensamientos tengan fundamento en la palabra de Dios, a fin de cuidar nuestro corazón.
Escrituras
Acerca de este Plan
Esta nueva serie de 4 planes ha sido especialmente diseñada en honor al Dr. Yonggi Cho (1936-2021). Cambia tu mentalidad, y vive en la Cuarta Dimensión.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/pensamientos-que-traeran-felicidad-ed-bolsillo/