Sin ofender Muestra

Deléitate al estar equivocado>

La mayoría de nosotros disfruta al tener la razón. Pero ¿qué pasa si necesitamos aprender a deleitarnos al estar equivocados? 

Piénsalo. Al estar convencidos de que nuestra perspectiva es la correcta, no estamos dispuestos a escuchar o a aprender de otros. Pero frecuentemente crecemos más cuando nos exponemos a nueva información o a nuevos puntos de vista.

Veámoslo en Lucas 10 cuando Jesús visita a María y a Marta. Marta está ocupada limpiando, cocinando y preparando todo para la vista del Salvador del mundo. Mientras tanto, su hermana María le da a Jesús su total atención, escuchándolo y pasando el tiempo con Él, sin ayudar en los preparativos. 

Marta se siente molesta y confronta a Jesús al respecto diciendo: 

… “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude!” Lucas 10:40 NVI 

Marta está convencida de tener la razón, y su enojo la apoya. Después de todo, es ella la que ha hecho todo el trabajo y María está allí, sentada. Seguramente Jesús le hará justicia y reprenderá a María, ¿no? 

Incorrecto. 

Jesús mira a Marta y le responde: 

“Marta, Marta,...estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor y nadie se la quitará.” Lucas 10:41-42 NVI

En su enojo, Marta no reconoció que ella era la equivocada. Se sentía molesta por algo que no era importante mientras que la persona con la que estaba enojada hacía lo correcto.

Con frecuencia esto también es cierto para nosotros. 

Nos convencemos de que tenemos la razón y que los demás están equivocados, así que somos mejores y ellos deben saberlo. Pero frecuentemente nuestra perspectiva está incompleta. 

Cuando decidimos escuchar atentamente a otros y a Dios, podemos descubrir que no tenemos la razón, o quizá no todo es tan blanco y negro como lo pensamos. 

Al ser confrontados con esa nueva información, tenemos una opción. Podemos enojarnos más o deleitarnos por haber estado equivocados, agradeciendo por la oportunidad de aprender y crecer.

Así que la próxima vez que te topes con un punto de vista con el que no estás de acuerdo, adopta una mentalidad de crecimiento. En lugar de reaccionar con molestia o apoyarte en tu orgullo, considera por qué alguien tiene esa perspectiva. 

Escuchar para comprender puede que no cambie tu forma de pensar, pero puede ensanchar tu corazón. Así que en lugar de descartar o criticar otros puntos de vista, muestra empatía y deléitate en el hecho de que no siempre sabes si tienes la razón, pero siempre puedes elegir mostrar amor.

Oremos: Gracias Señor por darnos perspectivas tan únicas. Nos necesitamos mutuamente. Muéstrame las áreas en las que he permitido que mi orgullo me ciegue, y dame más humlidad y empatía hacia otros. Ayúdame a tener una perspectiva de crecimiento, dame la sabiduría para deleitarme cuando he estado equivocado para depender más de Ti y de los demás. En el nombre de Jesús, amén.