La paz como resultado de la fe. 

A los 4 años de edad me caí de una escalera de metal, mientras caía me golpee la cabeza causando una fisura en mi cráneo, derivado de esto sufría convulsiones en las cuales perdía el conocimiento. Recuerdo que para mí todo de pronto se ponía color negro y después de varios  minutos despertaba para ver a mi lado a mi mamá llorando y preocupada. El diagnóstico que los médicos dieron fue epilepsia postraumática, este padecimientos en esos años no tenía cura, solo era controlar mi actividad neurológica a través de medicamentos que me aletargaban.

Con ese diagnóstico mi mama quien aún no conocía a Dios, se puso muy triste e intranquila, pues significaba que de por vida  yo iba a estar atada a medicamentos y a una vida limitada en mis actividades. Mi abuelita fue una mujer con una gran fe y  Dios pudo dar paz al corazón de mi mamá a través de la Fe de mi abuelita, porque ella le compartió a mi mamá del poder de Dios, de sus milagros y fue así que el corazón agitado de mi mamá comenzó a confiar en Dios. El resultado es que  gracias a la Fe de mi abuelita, Dios hizo un milagro en mí y sin tomar medicamentos fui sanada de esa epilepsia. 

 A medida que confiamos más en el SEÑOR de todo corazón, descubrimos que solo Él puede infundirnos paz aun en medio de las tribulaciones.  La biblia describe que la fe es “la certeza de los que se espera, la convicción de lo que no se ve” en otras palabras es tener la plena confianza en que las promesas que Dios nos ha dado las veremos cumplir en nosotros, no dudando en si sucederá o no. Y aunque las circunstancias sean adversas y no cambien conforme lo esperamos debemos tener confianza en que la voluntad de Dios es  perfecta y estando en sus manos todas las cosas son para bien. 

Sobre este asunto he visto como hay quienes pierden la paz al primer “revés”, y hoy entiendo que eso se debe a que dudan y no tienen plena Fe en el poder de Dios. 

Hoy la invitación es que puedas examinar en donde tienes puesta tu Fe y que tan firme es. Siempre y cuando tengamos Fe las situaciones de la vida no nos harán perder la paz, pues tenemos a un Dios que nos ama y está al pendiente de nosotros. Cuanto más estudiemos la Biblia, conoceremos más sus promesas y más fe adquirimos en ellas. Cuanto más lo conocemos, más confiamos en Él; y cuanto más confiamos en Él, mayor paz interior tenemos.