El Desierto Tiene Un PropósitoMuestra

En el desierto Dios prueba nuestra fe

Las dificultades son una prueba de fe: ¿Vas a continuar creyendo, confiando y obedeciendo a Dios aun cuando las circunstancias no son placenteras? 

En el libro de 1 Reyes 18 encontramos al profeta Elías desafiando a los profetas de Baal a los fines de demostrarle al pueblo quien era el Dios verdadero, si Baal o Jehová. El desafío consistía en que cada quien prepararía una ofrenda sin prenderle fuego y llamaría a su Dios. El que contestara con fuego ese era el verdadero Dios. Obviamente, Elías obtuvo la victoria, y ese día Jehová demostró al pueblo que Él era el Dios verdadero, luego, el pueblo fue y mataron a los 450 profetas de Baal.

Dice la biblia que cuando el pueblo vio el fuego descender del cielo se postró y comenzó a decir: ¡El SEÑOR es Dios! ¡El SEÑOR es Dios! (verso 38). En ese momento, la fe de este pueblo fue llena por lo que veían, por los resultados.  Y muchas veces nuestra fe en Dios es similar a la de este pueblo, que depende de los resultados, del tiempo que esperamos, de las emociones positivas, de los buenos momentos. Pero ese no es el tipo de fe que Dios quiere de nosotros.

Recuerdo cuando leí 2 Corintios 11:28-29, no pude evitar impresionarme por la fe de Pablo. En este texto bíblico el apóstol narra sus sufrimientos, y al ver la magnitud de ellos surgió la pregunta en mi ¿cómo pudo Pablo mantener su fe a pesar todo lo vivido? Pero a través de esos pasajes entendí el tipo de fe que Dios quiere de mí y de ti, no una fe del tipo emocional que mute dependiendo de las circunstancias, sino una fe intacta que nada la cambian y se mantenga fiel hasta el final.

Todos los héroes de la fe tuvieron esa fe intacta durante toda su vida hasta la muerte, y la Biblia cuenta lo que por la fe estos hombres y mujeres lograron en su vida bajo todas las circunstancia, pero también añade que aun cuando ellos no recibieron las cosas prometidas aun así le servían a Dios arraigados en la fe. 

Me gusta mucho Hebreos 11:6 cuando dice que “sin fe es imposible agradar a Dios”. ¿Sabes, por qué debes tener fe? No solo tengas fe para los milagros, ten fe simplemente porque esta agrada a Dios.